Para el matrimonio Kirchner, Jorge Asís es un escritor maldito. Todo lo que sale de la boca del escritor y todo lo que escribe su pluma indigesta al poder. Además, incomoda la manera en que dice lo que dice, lleno de ironía, con verborragia desbordante y el convencimiento de que sus palabras son proféticas.
Sentado cómodo en el sillón de su living, Asís habló del conflicto del campo para Perfil.com y, tajante, aseguró que “sin Kirchner esto se resuelve con la monotonía de un asiento contable”.
“Sin Kirchner, o con un Valium 50 que se le pueda poner a Kirchner, para tranquilizar y que deje gobernar a su mujer, que se la ve bastante más sensata, con cuatro o cinco incorporaciones esto se resuelve en cinco días”, profetizó y aseveró que "si no se pasa la frontera del primer muerto, que sería una atroz tontería, no creo que haya posibilidades de estampidos”.
En tiempos donde el que opina distinto al Gobierno es acusado de atentar la presidencia democrática de "La Elegida", como el autor llama a Cristina Kirchner, Asís encontró en la web su territorio para arrojar críticas. Allí, mezcla el formato periodístico con la irreverencia de la literatura. Es casi inevitable preguntarle si alguna vez se cuidó de escribir algo por miedo a ser tildado de golpista.
"No, porque yo no soy golpista, sinceramente," responde con seguridad en sí mismo.
“Cuando se hacían tantas gárgaras contra la corrupción, les marqué dos o tres cosas como para que sepan que uno tiene informaciones y los conoce”, complementó. “Si en realidad es lo que se votó y no hay nada que este preparado para una sucesión en lo inmediato, quien va a hacer un golpe, es una tontería hablar de golpe cuando no hay golpistas”, aseguró, gesticulando para marcar lo inverosímil de la premisa.
Apelando a Miguel de Cervantes, Asís describe a Néstor Kirchner como Don Quijote que se enfrasca en una lucha contra molinos de viento que él cree que son gigantes. Sin vueltas, los gobernadores son “los Sanchos”: “Ahí lo tenés a Scioli, a Capitanich, contra los molinos de viento”.
Para el autor de Flores robadas en los jardines de Quilmes, de continuar así, “Kirchner, que es el que los quería poner de rodillas, cada vez está más arrodillado” y “es un error degradar al Alfredo [De Angeli] porque es un cuadro político para cuidar. Decir que De Angeli es el nuevo Blumberg es una injusticia”.
“¿Cuál es esta necesidad de querer destruir un cuadro legitimo?”, se preguntó Asís, mientras tomaba un sorbo de soda para mitigar el cansancio de su garganta tras casi una hora de charla, ademanes y profecías de este especie de Nostradamus del kirchnerismo que ha anunciado hasta el cansancio el "descascaramiento" del modelo K.
(*) Redactor de Perfil.com