Pese a las denuncias por haber participado en casos de torturas en las cárceles, asumió el nuevo jefe del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Alejandro Marambio, que vino a reemplazar al saliente Víctor Hortel, quien renunció tras la espectacular fuga de unos 13 presos del Penal de Ezeiza. Y el ministro de Justicia, Julio Alak, se ocupó de defenderlo de las críticas.
"La seguridad no se hace a los palos", dijo el flamante funcionario, quien también destacó el trabajo de su antecesor y agregó que "sin inclusión social es imposible generar procesos sostenibles de buena seguridad". Y agregó: “Tomamos la posta de Víctor (Hortel)”.
Durante la asunción el ministro Alak cuestionó a quienes "aparecen paradójicamente cuestionado con antelación" la designación de Marambio y defendió la gestión del saliente funcionario Hortel, tras la fuga de 13 presos del penal de máxima seguridad de Ezeiza.
"Seguiremos contando con su capacidad, con su honestidad moral indiscutible", sostuvo Alak en la sede del Ministerio, con la presencia de Hortel, donde pondrá en funciones a Marambio.