“Cristina es la candidata de la desilusión monetaria”, evaluó el analista político Sergio Berensztein tras considerar que una posible victoria de la ex presidenta en las elecciones del 13 de agosto “es considerada como una amenaza para el plano regional”.
“Así como fue la presidenta de la ilusión monetaria hoy representa, o al menos pretende hacerlo, a todos aquellos sectores que están perjudicados por la normalización de la economía”, sostuvo el especialista que recordó que, para quienes ven desde afuera los comicios, “Cristina es una amenaza”.
Plebiscito. Siguiendo con el análisis de la elección y la percepción internacional de la misma, si bien el analista aclaró que, a diferencia de muchos de sus colegas, para él “el oficialismo no se juega la gobernabilidad en estos comicios”, remarcó que el “Gobierno se equivocó en la forma en que encaró la campaña al principio”.
“Es una elección muy importante. Las empresas que quieren invertir en el país lo toman como un test pero no porque Cristina pueda tener mucho peso en el Senado si entra”, detalló. “Lo va a ser por dos aspectos: por una derrota del Gobierno en el principal distrito y por una vuelta de la ex mandataria que implicaría una falta de consenso para salir del populismo”, añadió.
Huracán Vidal. A la hora de hablar sobre la campaña del oficialismo, Berensztein aseguró que el rol que juega la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, fue clave para la candidatura de Esteban Bullrich y para que hoy “Cambiemos esté peleando el primer puesto con Cristina”.
Al analizar la incidencia de la situación económica en la elección de las personas, Berensztein explicó que “los componentes del voto siempre son emocional y racional” y “lo económico afecta a ambos factores”.
“Hay un sector de la sociedad que aún no percibe la certidumbre de las señales que puede dar el Gobierno, con una economía que se está recuperando muy fuertemente en términos macro”, evaluó. “Electoralmente esto impacta porque perjudica fuertemente a los sectores que venían muy atados al boom del consumo estimulado por la gestión anterior, fundamentalmente en el Gran Buenos Aires”, insistió.
“En Argentina vivimos muy aislados, alejados de las corrientes del pensamiento y de el progreso natural de cualquier economía moderna, lo que le permitió a ella (por Cristina) mantener cierta artificialidad (con su plan económico)”, explicó. "La gente que se benefició de eso hoy sufre y tal vez no tenga la comprensión de que fue engañada. Cristina no tiene que hablar, precisamente, porque con su silencio reivindica a los que tienen su vida ‘desorganizada por un Gobierno perverso’, como dice ella”, agregó.