El encuentro se prolongó por más de una hora y fue en la residencia del papa Francisco en Santa Marta. Hasta allí llegó Hebe de Bonafini en medio de una fuerte polémica en la que en la Argentina se recuerdan las duras críticas que la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo formulaba tiempo atrás contra el entonces cardenal Jorge Bergoglio antes de ser ungido como sumo pontífice.
“Le dije que nos habíamos equivocado con él como nos equivocamos con Néstor Kirchner, hay que pedir perdón cuando uno se equivoca y las Madres lo hacemos”, dijo la titular de Madres al terminar el encuentro con el Papa en el lugar en su residencia donde sólo recibe a los más íntimos.
Acompañada por Marta Cascales, esposa del ex secretario de Comercio kirchnerista Guillermo Moreno, Bonafini logró mucho más que el presidente Mauricio Macri, quien fue recibido en febrero por sólo 22 minutos en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
La dirigente le comentó al Papa que la noticia de su visita “ocasionó muchos metros de escribir contra las Madres y contra el Papa. No le vinimos a contar ninguna mentira, le trajimos hechos concretos, la verdad de lo que pasa en cada lugar”.
Bonafini ingresó al encuentro a las 17, y como obsequio llevó un pañuelo “hecho con venecitas blancas bordeado de madera de petiribí del sur argentino”. El Papa le regaló “un rosario y una plaqueta muy hermosa con una virgen con un niño en brazos”.
“Le dije que traía una misión muy difícil, que nuestra patria necesitaba de su palabra, que en cinco meses este gobierno destruyó lo que hicimos en 12 años. Vine a hablar de la angustia y el dolor de un pueblo que vivía feliz”, contó la dirigente sobre el encuentro en el que también le dijo al Papa que en el país hay “violencia”.
“Ellos (por el Gobierno) están solos aunque los haya votado el 51% de la gente. Y están solos porque se les fue la mano. Y esa gente desesperada que miente todo el tiempo también es peligrosa, porque no sabemos a dónde puede llegar”, agregó Bonafini. Entre los ejemplos de “violencia institucional”, habló del aumento del precio del pan, el cierre de fábricas, la importación de naranjas de España y la supuesta instalación de una base estadounidense en Tierra del Fuego.
Sobre la respuesta del Papa, Bonafini reveló que “está muy triste, que (la actual situación del país) le hace acordar al (golpe del) ’55; no esperaba que pase nada de esto”. La dirigente señaló además que el Papa “algunas cosas las sabía y otras no, estaba muy interesado en que le cuente” y contó que le comentó que “la Justicia quiere poner presa a la ex presidenta Cristina Kirchner sin fundamentos”.