Brasil tracciona poco y sigue el estancamiento automotor

Los indicadores de producción, ventas al mercado doméstico y exportaciones de todo el año pasado fueron malos: cayeron 32%, 45% y 16% respectivamente, en comparación con 2018. El año pasado será un piso que, en el mejor de los escenarios, se mantendría igual. Aunque hay una expectativa de leves mejoras por la demanda brasileña.

“A la contracción del mercado interno por los desequilibrios macroeconómicos, se sumó una menor demanda de nuestros productos desde Brasil, principal destino de nuestras exportaciones”, detallaba Gabriel López, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) al hacer el balance del sector a fines de 2019.

“Fue un año complejo para la industria automotriz en su conjunto”, sintetiza Pablo Marcó, gerente de Comunicaciones de Nissan Argentina, aunque seguirán con los proyectos ya anunciados.

Muchos resaltan la continuidad de los planes de inversión tal como fueron planteados. Volkswagen y Chevrolet tienen en marcha sendos proyectos de nuevos modelos en sus plantas de Pacheco (Buenos Aires) y Alvear (Santa Fe); PSA Peugeot Citroën instaló una plataforma de última tecnología en su planta de El Palomar y está a punto de lanzar la nueva generación de su modelo más vendido, el 208.

También destacan la consolidación de planes industriales ya maduros, como es el caso de Nissan, que comenzó a fabricar por primera vez en el país hace apenas un año y medio. Otras marcas como Renault y Fiat coincidieron en responder que el volumen de producción previsto para este año será similar al de 2019. “Renault Argentina tiene una previsión de producción de 50 mil unidades en 2020, pero eso es una cantidad estrictamente ligada a la evolución del mercado local y de exportación”, confiaron desde la primera.

Para Peugeot, el comienzo de producción en Argentina del nuevo 208 va a “dar vuelta la ecuación”, ya que el actual se importa desde Brasil. “Aún no tenemos un panorama claro que nos permita hacer una proyección precisa de cuánto fabricaremos este año, pero seguramente habrá un salto”, explicaron voceros de la terminal.

Lo mismo pasa con “la mosca blanca” de la industria: Toyota. “El plan de nuestra planta de Zárate es similar al de 2019, alrededor de las 126 mil unidades. Aun así, somos optimistas con respecto a la demanda de Brasil y el crecimiento de destinos como Colombia y Perú, que están muy fuertes y tal vez puedan modificar ese plan original”, declaró Diego Prado, director de Asuntos Corporativos.

Comercio. Brasil, del otro lado, puede hacer un aporte a la recuperación. “Creemos que la demanda de Brasil será similar o sensiblemente superior a la del año pasado”, sostiene sin dudarlo el presidente y CEO de VW Argentina, Thomas Owsianski. Con la Amarok como único vehículo en producción hasta tanto comience a fabricarse en serie el nuevo SUV del Proyecto Tarek, VW vislumbra un nivel de producción similar al de 2019.

Aunque “este volumen se irá adecuando según las necesidades y evolución del mercado”, indica el ejecutivo, tras recordar que la automotriz también fabrica cajas de cambios en Córdoba, exclusivamente para exportación. “Continuaremos apostando al mercado de exportaciones, intentando abrir nuevos mercados, consolidando los destinos actuales”, conlcuye.

Pero el peso que tiene Brasil para el sector externo automotor argentino es incontrastable. “Esperamos que ese mercado pueda nuevamente retomar y consolidar una senda de crecimiento sostenido”, expresa Marcó, quien además confía en un crecimiento del segmento de pick-ups en la región.  

“Nuestra proyección es la de un modelo con un fuerte perfil exportador, que junto con un crecimiento del mercado brasileño nos genera grandes expectativas”, coinciden desde PSA Peugeot-Citroën.