El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva advirtió desde la cumbre del Mercosur que una intervención armada de Estados Unidos en Venezuela sería "una catástrofe humanitaria". Fue durante el encuentro de jefes de Estado del bloque sudamericano en Foz de Iguazú, en la que también participa Javier Milei.
"El continente sudamericano vuelve a ser acechado por la presencia militar de una potencia extrarregional", agregó el mandatario brasileño. Sus dichos responden a las acciones del gobierno de Donald Trump, quien viene atacando embarcaciones de supuestos traficantes de drogas en aguas cercanas a Venezuela. De hecho, el mandatario norteamericano viernes escaló la amenaza el viernes 19 y no descartó una guerra con el país caribeño.

Al citar el acto de ayer, en donde inauguró un nuevo puente entre Brasil y Paraguay, Lula dijo que las fronteras no son amenazas a la soberanía. "Las verdaderas amenazas son de otra naturaleza. Son las guerras, las fuerzas antidemocráticas y el crimen organizado", dijo.
En la cumbre hubo posiciones antagónicas sobre Venezuela. Brasil se negó a aprobar una resolución propuesta por Argentina y Paraguay para condenar las violaciones a los derechos humanos y las amenazas a la democracia por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Lula agregó que el Mercosur mostró disposición para enfrentar el crimen organizado y mencionó acuerdos de recuperación de activos y otras medidas.

En sintonía con la preocupación por la seguridad regional, el jefe de Estado de Brasil remarcó que actualmente no existe en Sudamérica una instancia conjunta que lidere el combate contra el delito. Ante este vacío, anunció que junto a Uruguay propondrán la realización de una reunión regional de ministros de Justicia, con el objetivo de discutir y fortalecer medidas concretas contra el crimen organizado, argumentando que el debilitamiento de las instituciones democráticas es lo que abre espacio a estas fuerzas delictivas.
Asimismo, Lula aprovechó el escenario para poner sobre la mesa la problemática de la violencia de género, señalando a América Latina como la región más letal para las mujeres basándose en datos de la Cepal que reportan once femicidios diarios. En ese contexto, le solicitó a Paraguay (país que asume la presidencia pro tempore del bloque) que impulse la creación de un pacto regional para poner fin al femicidio y luchar contra la violencia hacia la mujer.
A contrarreloj, Maduro activó su ofensiva diplomática para contener a Trump
Tensión bélica y la respuesta de Caracas
La advertencia de Lula se da en un contexto de alta volatilidad política luego de que Donald Trump, en una entrevista telefónica con la cadena NBC News, se negara a descartar un conflicto armado. Al ser consultado sobre si las operaciones actuales podrían escalar a una guerra, el mandatario estadounidense respondió con un contundente "no lo descarto", defendiendo además la orden de bloqueo emitida contra petroleros sancionados.
Sin embargo, y aunque evitó confirmar explícitamente si busca el derrocamiento de Nicolás Maduro, Trump deslizó una frase sugestiva al afirmar que el líder chavista "sabe lo que yo quiero, y lo sabe mejor que nadie", sumando incertidumbre a un conflicto que mantiene en vilo a la región.

La reacción desde Venezuela llegó a través de Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia y considerado el número dos del chavismo, quien aseguró que el país está preparado para defenderse. Durante un acto de entrega de equipamiento en Caracas, Cabello afirmó que existe una "fusión popular, militar y policial" y que los funcionarios de seguridad están listos para repeler "cualquier amenaza, interna o externa" que atente contra la patria.
En medio de este fuego cruzado, Lula intenta posicionarse como un mediador clave para evitar el desenlace fatal. El presidente brasileño reveló que mantuvo conversaciones telefónicas tanto con Donald Trump como con Nicolás Maduro, insistiendo en la diplomacia bajo la premisa de que, en el escenario global actual, parece haberse vuelto más fácil construir muros que tender puentes de diálogo.
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