Tras la reunión de Gabinete que encabezó el presidente Mauricio Macri, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que el Gobierno no va aceptar "ningún tipo de corte de calle o ruta" durante el paro convocado para mañana por un sector de sindicalismo.
La ministra denunció, además, la quema de cuatro colectivos y daños en un quinto en la madrugada de hoy, y sostuvo que "las mafias ya están actuando", al tiempo que afirmó que "el verdadero riesgo país son que aquellos que no aceptan que haya gente que quiera trabajar".
Cuáles son las líneas de colectivo que adhieren al paro del 30 de abril
Mientras la gestión de Cambiemos enfrenta los reclamos sindicales por la crisis económica, la CGT convocó un paro de Transporte para el feriado del 1 de mayo, día del trabajador. Desde la vereda de enfrente, la CTA y el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) —la coalición de gremios que comandan Hugo Moyano (Camioneros), Ricardo Pignanelli (Smata) y Sergio Palazzo (La Bancaria)— proclamaron un paro para este martes 30 de abril.
La funcionaria detalló que los ataques contra los colectivos ocurrieron en las localidades bonaerenses de Wilde, Villegas y San Justo, contra las líneas 17, 113, 109, 126. "Lo que ya estamos viendo, y que ya lo advertí, son actitudes mafiosas. Está destrucción de capital, de ómnibus, de aquellos que llaman al paro por el trabajo lo que hacen es destruir trabajo. Esto es contra lo que nosotros peleamos", afirmó Bullrich.
Posteriormente informó que "hemos decidido adelantar nuestro comando de control. Estamos habilitando una serie de contactos con todas las empresas de micros para evitar esto que sucedió inesperadamente".
En este sentido, Pablo Noceti, secretario de Cooperación con los Poderes Constitucionales del Ministerio de Seguridad denunció ante la Justicia que los "hechos delictivos" fueron "cometidos en base a una coordinación previa de voluntades dirigida por la inocultable voluntad de un grupo minoritario de imponer sus ideas mediante el temor y el uso de la violencia", y que su objetivo fue "evitar la prestación del servicio de transporte público de pasajeros, de cara a la huelga dispuesta por algunas entidades sindicales para el día de mañana".