Patricia Bullrich está en el centro del ring. Y no piensa bajarse. Está decidida a ser candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires y utilizar el resultado como trampolín para dos alternativas. La primera, ir por la jefatura de gobierno en 2023. La segunda, porqué no, por la presidencia de la Nación. El problema es que sus intenciones generan dolores de cabeza a muchos dentro del PRO y Juntos por el Cambio ante la falta de un liderazgo que pueda ordenar las internas.
El primero que la observa es Horacio Rodríguez Larreta. Previo a la pandemia, el jefe de gobierno tenía asfaltado el camino para su candidatura. Municipalizar la gestión y pelearse recién cuando arranque la contienda presidencial era su objetivo. Casi no había discusión y sus acuerdos abarcaban a todos en JXC. Pero el 2020 modificó el escenario. La Ciudad tiene las obras más importantes paralizadas, recibe menos dinero de coparticipación y la recaudación cayó producto de la parálisis económica. Por otra parte, dejó un vacío opositor al no pararse en frente al kirchnerismo, lugar que si tomó Bullrich, apoyada por Mauricio Macri. El expresidente no piensa ser candidato, pero si condicionar a Larreta para darle su visto bueno. Para eso, la figura de Bullrich es fundamental.
¿Cuál es el problema inmediato para el jefe de gobierno?
No estaba en sus planes "dejarle" la Ciudad a la exministra de Seguridad. Además, desde la Unión Cívica Radical aseguran que existe un acuerdo "de palabra" para que sea Martín Lousteau el candidato en la Ciudad de JXC en 2023. "El problema que hay es que Larreta no tiene el poder para bajar a Patricia de ninguna discusión. A lo sumo podrá explorar un acuerdo, pero ya tiene todo demasiado loteado", aseguran.
Las alternativas para este dilema son varias. La primera, ir a una PASO en 2021 y disputar cuanto antes ese liderazgo. Es un doble desafío. ¿A quién pone? Si el candidato de Larreta gana, está todo dicho. Pero si pierde, ¿Quién frena a Bullrich en su camino por gobernar la Ciudad? La otra es dejarla pasar y "jugar" con María Eugenia Vidal, algo que la exgobernadora no descarta.
Desde el radicalismo se toman la cabeza
A tal punto que uno de los principales dirigentes que el domingo estaba atento al minuto a minuto con la interna capitalina atendió a PERFIL y lo primero que señaló era la importancia de definir los liderazgos radicales para tomar cartas en el asunto por la centralidad de Bullrich. Dicen no estar cómodos con el perfil que toma la alianza partidaria cuando la voz es la de la exministra. "Horacio la dejó volar y no se plantó. Ahora es un problema para todos si terminamos atrás de ella", se sinceró.
Bullrich está al tanto de todas estas conversaciones. Y no piensa frenar. Hoy comienza una recorrida por el conurbano bonarense. Estará en Vicente López junto a Jorge Macri, el jueves irá a La Plata para estar con Julio Garro y el 30 hará lo propio con Diego Valenzuela en Tres de Febrero. Siempre con la excusa de presentar su libro "Guerra sin cuartel". Más adelante llegará el turno de Bariloche, Tandil y Olavarría. Recorre el país y quiere ir por todo.
RI/FL