El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, designó a la Secretaria de Trabajo de su administración, Elaine Chao, para encabezar la delegación de ese país que asistirá a la asunción de Cristina Fernández a la primera magistratura, el próximo 10 de diciembre.
Si bien Chao tiene rango ministerial en el gobierno de Bush, no se trata de una funcionaria de primera línea de la Casa Blanca, lo que grafica el deterioro de la relación del gobierno de Kirchner con los Estados Unidos.
La relación bilateral Washington-Buenos Aires pasó por altibajos desde que Néstor Kirchner llegó a la presidencia. El actual mandatario fue quien decidió romper definitivamente con las "relaciones carnales" que Argentina mantuvo con los Estados Unidos durante los noventa de la mano de Menem, y posibilitaron ganancias de empresas estadounidenses en el país.
Cumbre de las Américas, el quiebre. La visita de Bush a Mar del Plata en 2005 con el objeto impulsar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) resultó un rotundo fracaso, puesto que Kirchner -acompañado tanto por Lula da Silva como por Hugo Chávez- rechazó cualquier intento de relanzamiento del tratado multilateral.
Ese cortocircuito, sumadas a las expresiones públicas de admiración de Cristina Fernández por la senadora demócrata Hillary Clinton, y el permanente respaldo del gobierno argentino al presidente de Venezuela Chávez, sirvieron para enfriar las relaciones en un contexto interncional dondo los Estados Unidos no estuvieron muy preocupados por la situación latinoamericana.
Por eso no es casual la designación que hiciera Bush de Chao, encabezando la delegación estadounidense que, obviamente, también contará con la participación del embajador de ese país en Buenos Aires, Anthony Wayne.En ocasión de la asunción de Kirchner en 2003, el enviado norteamericano fue el Secretario de Vivienda, Mel Martínez.
En aquél entonces, la frialdad también marcaba la relación con los Estados Unidos, cuando el entonces mandatario Eduardo Duhalde, en sus últimos días, había cuestionado a la administración de Bush por haberse "olvidado" de América Latina y de la Argentina. Sin embargo, hacia atrás, se puede observar que el enviado del gobierno estadounidense siempre fue una figura de mayor relevancia, ya sea por su cargo como por su peso político en la Casa Blanca.
Para la asunción de Raúl Alfonsín, el 10 de diciembre de 1983, la Casa Blanca envió al entonces vicepresidente de Ronald Reagan, George Bush padre. Mientras que cuando fue el turno de Carlos Menem, el 8 de julio de 1989, estuvo en Buenos Aires el secretario de Estado Adjunto para Asuntos Interamericanos, Jonathan Bush.
La delegación estadounidense que asistió a la reasunción de Menem, el 8 de julio de 1995, estuvo encabezada por Thomas Mc Larty, asesor del presidente Bill Clinton en asuntos latinoamericanos.Para la asunción de Fernando de la Rúa, el 10 de diciembre de 1999, Clinton estuvo representado en la ceremonia por el enviado especial para las Américas de la Casa Blanca, Kenneth Mac Kay.
Fuente: DyN