A tono con todo el arco kirchnerista, en la Legislatura porteña, el titular del bloque K Juan Cabandié ordenó apoyar el reconocimiento al papa Francisco, el mismo proyecto que la semana pasada no lo había hecho.
Es que en la sesión del jueves pasado había retirado a todo el interbloque kirchnerista del recinto para no participar del beneplácito a la designación del Papa argentino, según informó Clarín.
Sin embargo, ahora cambió de opinión y se declaró “cristiano”. Luego se aprobó poner una placa en la casa donde Jorge Bergoglio vivió de chico, en Flores, una iniciativa impulsada por el legislador macrista Roberto Quattromano. La casa donde pondrán la placa queda en la calle Membrillar 531: ahí nació Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 y también pasó su infancia junto a sus padres.
Para explicar el giro en la votación, Cabandié señaló: “En la sesión anterior pedí que nos dieran días para evaluar el tema. Pero esa reacción fue utilizada para hacer una rosquita política. Me parece genial que el Papa sea argentino, eso nos entusiasma. Como dijo nuestra Presidenta, un Papa que habla de la ‘Patria Grande’ es un Papa que nos entusiasma”.
Luego, intentó justificar su reacción durante la sesión pasada: "Yo soy cristiano a veces y a veces menos. No creo en la institución Iglesia, pero soy cristiano. Lo que queremos dejar en claro es que este interbloque respeta a todos, a los cristianos, a los ateos y a los agnósticos”, declaró.
Todos papas. Desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decidió cambiar la relación con el Papa, todo el kirchnerismo se sumó a los elogios. Ayer Hebe de Bonafini le envió una carta de felicitación, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, negó que en el kirchnerismo haya habido “enojo” por la elección de Bergoglio.
Hasta el diputado nacional Andrés “Cuervo” Larroque, jefe de La Cámpora, festejó: Participó de una vigilia junto a la militancia de “Unidos y Organizados” en la villa 21-24.