En una movida que puede llegar a interpretarse como "vendetta" de la caliente noche del miércoles en el Senado, el Bloque oficialista en la Cámara Alta pidió este viernes un pedido de sesión especial para tratar "antes del 7 de junio" el desafuero de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, senadora del Frente para la Victori. El pedido fue resuelto por el interbloque oficialista y presentado por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, con las firmas de Luis Naidenoff, jefe del interbloque Cambiemos; Pamela Verasay; Oscar Castillo y Humberto Schiavoni.
Esa movida del macrismo fue confirmada a la agencia Noticias Argentinas por fuentes cercanas a Pinedo, quienes indicaron que la presentación solicita que la sesión especial "se realice antes del 7 de junio, porque ese día vence el plazo que tiene el Senado para tratar el pedido de desafuero". En diciembre del año pasado el juez federal Claudio Bonadio había pedido el desafuero y la detención de la ex mandataria en el marco de la causa en la que se investiga el presunto encubrimiento de Irán en el atentado a la AMIA, a través de la firma del memorándum de entendimiento con ese país.
La Comisión de Asuntos Constitucionales tenía 60 días para discutir el desafuero, pero ese plazo venció el 7 de febrero pasado sin que el tema fuera abordado. No obstante, el Senado tiene tiempo para definirse sobre el tema hasta el próximo 7 de junio, con o sin dictamen de comisión.
Fuentes parlamentarias consultadas por NA señalaron que no hay un criterio compartido entre los legisladores respecto a ese vencimiento y que el tema será evaluado en una reunión de Labor Parlamentaria que se realizará el martes próximo. Ante la decisión oficialista, en el entorno de la expresidenta consideraron que la medida es una "clara repercusión del discurso por tarifas".
"No quieren una voz potente como la de Cristina en el Senado", afirmaron las fuentes consultadas del entorno de CFK, añadiendo que "desde el plano legal no tiene sentido, a partir de la excarcelación de Zannini. Es una provocación en medio del colapso económico".
El pedido de sesión especial para abordar el tema se da en un momento de particular tensión entre el oficialismo y el Bloque Justicialista de Miguel Pichetto, cuyos votos son determinantes para desaforar a un senador, debido a que se necesita una mayoría de dos tercios, es decir 48 votos. Pichetto señaló en varias oportunidades que "la doctrina" de esa bancada es no aprobar ningún desafuero mientras si no existe una sentencia firme, argumento que utilizaron para evitar el desafuero de Carlos Menem, que tiene una condena a siete años de prisión por la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, pero está apelada ante la Corte Suprema de Justicia.
El justicialismo vino esquivando de manera ostensible el debate sobre el desafuero de Cristina Kirchner y, de hecho, la última vez que Cambiemos puso el tema sobre la mesa en la Comisión de Asuntos Constitucionales, Pichetto montó en cólera y los acusó de "no respetar los acuerdos". Esa reacción tiene su fundamento: el tratamiento del desafuero obligaría al Bloque Justicialista, según la postura ya anunciada por Pichetto, a votar en contra, lo que ante la opinión pública quedaría como una "protección" del peronismo a CFK, actitud que Cambiemos aprovecharía para volver a "pegar" a todo al Bloque Justicialista con el sector de la ex presidenta.
Es lo mismo que trató de hacer el Gobierno en la previa del debate sobre las tarifas, cuando el presidente Mauricio Macri le pidió al Bloque Justicialista que "no se deje conducir por las locuras de Cristina Kirchner".
Fuentes del Bloque Justicialista indicaron que ese mensaje fue lo que terminó molestando y, en consecuencia, unificando a la bancada de Pichetto para aprobar la ley que el Gobierno quería desactivar. El nuevo intento de Cambiemos de avanzar con el desafuero se enmarca, entonces, en esa pulseada política, que el debate de la noche del miércoles y madrugada del jueves dejó al rojo vivo. Incluso todavía están latentes los persistentes ataques de Cristina a la titular del Senado, Gabriella Michetti, a la que fustigó en varios pasajes de su discurso, sin que la ex vice de Macri pudiera obviamente responder.