Carla Vizzotti cruzó este miércoles 19 de agosto al exministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, por el hallazgo de cuatro millones de dosis de vacunas vencidas en un frigorífico porteño, al asegurar que es "bastante notable" la postura de "no hacerse cargo de nada". Se debe a que el exfuncionario macrista admitió que conocía la existencia de la partida de vacunas en un depósito y que "no es un hallazgo".
"No sé si es desconocimiento o falta a la verdad", insistió la secretaria de Acceso a la Salud y denunció que la política de salud del gobierno de Mauricio Macri tuvo una "desconexión total de la política federal, de la articulación con las jurisdicciones, un retiro del Estado, hemos visto el año pasado un preocupante descenso, fuera de la pandemia, de las coberturas de vacunación".
"Hay 2,2 millones de vacuna antigripal que se compraron en 2017 para 2018 que no se utilizaron, se compraron más de lo habitual, y están almacenadas, pagando el estibaje, desde ese momento", expresó y agregó que "un embarque entero de triple bacteriana acelular ingresó a Aduana a fines de 2017, estuvieron en Aduana 7 meses, y nunca más se tocó ni se hizo ninguna gestión".
Rubinstein le contestó a Ginés por las vacunas vencidas: "Derrapó mal"
En declaraciones a Radio Nacional, Vizzotti detalló que "salieron de la Aduana y nadie las tocó hasta que se vencieron" en un momento en que se distribuyó "el 65% de lo planificado" y eso "es 100%" de la gestión de Rubinstein "y si él no estaba al tanto, es preocupante".
Luego de que el ministro de Salud, Ginés González García, denunciara el hallazgo de cuatro millones de dosis de vacunas vencidas en un frigorífico porteño, Rubinstein aclaró que "no es un hallazgo, hay un expediente de mayo de 2019 donde está relevado todo esto, es información pública, hay un expediente electrónico".
"Obvio que lo conocía, esta partida ya se sabía que había que destruirla, pero toma tiempo, es un residuo patológico, no la hace el ministerio de Salud", justificó. Además, dijo que "2,2 millones (de vacunas) son de la campaña antigripal de 2016, una temporada muy difícil de gripe, de las más duras en décadas", en la que "se hizo una compra anticipada para satisfacer el incremento de la demanda".
Para Rubinstein, "no va a ser la primera vez que se destruyen vacunas, esto a veces pasa porque lo que uno trata de privilegiar es que no falten vacunas".
DR/FF