El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, inauguró este viernes 18 de octubre el tercer día del Coloquio de IDEA que se realiza en Mar del Plata y en su discurso se concentró en la relación entre empresas y derecho. En la jornada anterior, empresarios, políticos, referentes sociales y académicos se refirieron a la necesidad de promover la integración social, la generación de empleo, la reducción de la pobreza y la educación orientada al trabajo marcaron la agenda para impulsar la inclusión.
Rosenkrantz resaltó que "el país necesita mayor predictibilidad y en la cuestión de cómo los empresarios y los jueces podemos contribuir a ello". Consideró ese factor como "indispensable" porque "hace posible la confianza lo que, a su vez, facilita la cooperación". "La calidad de una sociedad está determinada por la intensidad con la que confiamos los unos en los otros. Nuestros modos de interacción con los demás, y por consiguiente nuestro bienestar como comunidad, dependen fundamentalmente de que creemos las condiciones en las que la confianza impere", argumentó.
El magistrado sostuvo que las empresas son plataformas de cooperación y que "son aliados estratégicos en el más importante desafío nacional. Ese desafío consiste en la generación de la riqueza necesaria para que podamos mejorar la situación de todos, en especial la situación de quienes hoy están peor. Dado que las empresas tienen este rol crucial, nuestro país debe dejar de pensar en las empresas con las lentes de la ideología. Sin empresas y sin empresarios ningún país puede desarrollarse".
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El presidente del máximo tribunal destacó también que reconocer la importancia de las empresas trae consigo una consecuencia que a veces suele pasar desapercibida. Afirmó que las empresas tienen una responsabilidad social especial más exigente que las de muchas otras organizaciones frente al derecho de su comunidad. En esa línea, dijo que ello se justifica porque "las empresas y los empresarios acceden a una porción significativa de los beneficios de la cooperación social y a mayores beneficios siempre deben adicionarse mayores responsabilidades".
"Si trabajadores, proveedores, inversores, acreedores y consumidores vemos que las empresas honran el derecho, todos nos dispondremos mejor a honrar el derecho del mismo modo y a participar en otros proyectos comunes que necesitan de la cooperación de todos. Más aun, si las empresas ven que sus competidoras hacen visible el cumplimiento del derecho, entonces harán lo propio, con lo que seguramente disminuirán los incentivos para buscar privilegios o prebendas indebidos, que no son solamente malos para todos porque afectan el interés económico general sino también malos para los propios empresarios en su conjunto porque socavan el espíritu emprendedor que debe caracterizar al empresariado", agregó.
DR/FF