María Elisa Avelina Carrió ha cosechado resultados dispares en su carrera política, integrando, fundando y abandonando diversos partidos y oscilando entre el segundo puesto en las elecciones presidenciales de 2007 y el magro 1,84 por ciento de los votos apenas cuatro años después.
No obstante, la diputada y abogada fue más prolífica en el terreno judicial: desde el inicio del kirchnerismo se convirtió en una de las políticas que más denuncias presentó contra el gobierno y sus funcionarios, aunque no siempre llegaran a buen puerto.
Lilita ya se había hecho fama de "denunciadora" en años previos, primero contra el Pacto de Olivos, después en la frustrada Comisión Especial Investigadora de Lavado, que compartió con la entonces diputada Cristina Fernández de Kirchner, y luego impulsando el juicio político contra el ex juez de la Suprema Corte Julio Nazareno.
El 13 de mayo de 2006 la chaqueña, acompañada por Adrián Pérez y Fabiana Ríos, denunció a Repsol YPF por "contrabando" y sostuvo que la empresa vendía "al exterior y en negro" el 20 por ciento de su producción "con absoluta complicidad del Gobierno" de Néstor Kirchner. La causa, previsiblemente, no avanzó.
Dos años después, los legisladores del ARI volverían a la carga al acusar a Néstor Kirchner, Julio De Vido, Claudio Uberti, Rudy Ulloa Igor, Ricardo Jaime, Cristóbal Lopez y Lázaro Báez de los delitos de "Asociación Ilícita, Fraude a la Administración Pública, Abuso de Autoridad, Violación de los Deberes de Funcionario Público y Negociaciones Incompatibles con el Ejercicio de la Función Pública" por el supuesto "saqueo" de la obra pública.
"El comportamiento de saqueo puede advertirse mediante la cooptación del aparato Estatal por parte de los especuladores y grupos económicos concentrados, muchos de ellos, sin antecedentes comerciales o con crecimientos patrimoniales notorios a partir del 2003 con la llegada del Kirchnerismo al gobierno", rezaba el texto de la denuncia que tampoco avanzó.
En 2009 a Carrió le tocó estar del otro lado del banquillo, cuando fue sobreseída en una causa por injurias contra Eduardo Duhalde. La legisladora tuvo que retractarse por haber acusado al expresidente de "controlar la droga en la provincia de Buenos Aires", aunque luego aseguró que no se desdijo sino que "pidió perdón si se sintieron ofendidos".
El 27 de marzo de 2012, "Lilita" denunció a César Guido Forcieri, subsecretario de Servicios Financieros del Ministerio de Economía y ex colaborador de Boudou, por "conflictos de intereses" e "incompatibilidades en la función pública". Ocurre que el funcionario se desempeaba como director del Grupo Galicia y participaba de las empresas Action Media S.A. y Rock Argentina S.A. que además mantenían deudas con el Banco Macro, lo que generaba "sospechas de eventuales devolución de favores".
En agosto del mismo año denunció a Mercedes Marcó del Pont -a quien había impugnado cuando fue postulada al frente del Banco Central-, Roberto Echegaray, Guillermo Moreno y la presidenta por las restricciones a la compra de dólares. La causa tampoco prosperó.
En octubre, apuntó contra el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández por como supuesto encubridor de una asociación ilícita acusada de realizar un negociado con los juicios de los salarios de Gendarmería y Prefectura. El senador no tuvo que pisar Tribunales.
En diciembre de 2012 también promovió el juicio político contra el ministro de Justicia, Julio Alak, por presiones sobre el Poder Judicial en pleno conflicto por la constitucionalidad de la Ley de Medios, otro expediente que tampoco avanzó.
El último objetivo fue Diego Bossio, titular del ANSES. El 2 de junio pasado, acompañada de varios legisladores del Frente Amplio UNEN, Carrió acusó al funcionario de "abuso de autoridad y violación de los deberes de los funcionarios públicos" en el "incumplimiento deliberado" de las "sentencias firmes" en los juicios de jubilados.