En su caso no es novedad. Las críticas contra Sergio Massa las viene repitiendo desde hace tiempo, incluso cuando el Gobierno negociaba con él en el Congreso. Pero ahora que Mauricio Macri y Marcos Peña lo eligieron como blanco luego de la derrota legislativa, Elisa Carrió no perdió oportunidad para volver a disparar contra él.
En cada charla o entrevista que brindó en Miami, donde está desde el fin de semana pasado, Lilita aprovechó para dejar su impronta. Defendió a Macri, criticó a Margarita Stolbizer y se mostró confiada con que pueda avanzar la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. De lo que todavía no habló, y genera expectativas, es del decreto de Macri que habilitó a los familiares de los funcionarios a ingresar al blanqueo (ver aparte).
Y fiel a su costumbre, aprovechó para buscar rastros en terreno estadounidense que puedan apuntar a dirigentes argentinos. Una frase escrita en una pared de la fiscalía federal del Estado de Florida llamó su atención: “In God we trust, all the others we monitor” (“En Dios creemos, a todos los demás los monitoreamos”).
“Esto es inaceptable, inentendible. Es una vergüenza. Piensan que los argentinos somos tontos, y en vez de colaborar quieren engañarnos detrás de banderas demagógicas que no contribuyen a nada”, expresó Carrió en una de sus alocuciones.
Y, según algunos de los asistentes, se mostró “contentísima” con el acuerdo de Massa con el Frente para la Victoria. “Ayer se vio que Massa era K. Todo lo que sucede en el primer año de un gobierno nuevo es aprendizaje. Yo estoy contentísima; lo que pasó obliga a Cambiemos a tratar los problemas de ineptitud, hay que solucionarlos”, aseveró. Y resumió: “Hubo un acto autoritario que vino del massismo”.
Entusiasmada, Carrió también se refirió a las elecciones del año próximo, en las que podría ser candidata por la Provincia o por la Ciudad, algo que aseguró se definirá para marzo. “No saben qué hacer conmigo”, deslizó. “Puedo no ser candidata”, también tiró, especulando con que su estado de salud puede jugarle una mala pasada. “Pero vamos a ganar la Provincia por paliza”, aseguró, optimista.
En una entrevista con la cadena CNN, Carrió también volvió a explicar su acompañamiento y apoyo a Macri. “Tengo fe en el presidente Macri. Es hijo de un hombre muy cuestionado en la Argentina. Muy vinculado a la obra pública y a los gobiernos. Pero creo que tiene la intención de ser un buen presidente”, señaló. Ya en una de las charlas había dicho que al Gobierno “hay que tenerle paciencia”.
También disparó contra Stolbizer, sobre quien dijo que “no tiene amigas”. “Cuando las mujeres no tienen amigas, desconfíen”, remató.
Silencio por el blanqueo
El viaje por Miami y el debate por el impuesto a las ganancias le sirvieron a Elisa Carrió para evitar hacer referencias a un tema espinoso: el decreto que habilitó a familiares de funcionarios a ingresar al blanqueo de capitales, algo que estaba expresamente prohibido en la ley que votó el Congreso.
“Tarde o temprano va a hablar, pero no creo que sea muy fuerte, porque no puede contribuir a limarlo a Macri”, aventuró ayer un dirigente de la Coalición Cívica. “El decreto desde lo técnico está mal, pero desde lo político podés opinar distinto”, agregó.
Hasta ahora, desde su partido se escucharon las críticas de Paula Oliveto, mientras que Fernando Sánchez fue más contemplativo. Hay quienes creen que Carrió seguirá este segundo camino. “No creo que le pegue”, resumió otro dirigente.