Elisa Carrió no está ni cerca del retiro. Está activa. Y lo volvió a demostrar. “Lilita” fue clave en las últimas horas de este lunes 13 para que la bancada de la Coalición Cívica en la Cámara de Diputados tome la decisión de no participar de una convocatoria que realizó el presidente, Alberto Fernández, para debatir la agenda política post-pandemia.
Aunque, según confían sus allegados, Carrió no está en todos los temas de coyuntura y está preocupada por lo que considera un “avance sobre las libertades individuales”, esta vez fue consultada puntualmente hoy a media mañana para que su bancada tome una decisión. Fue tras un proceso de debate interno que comenzó este domingo al mediodía.
El llamado partió desde el presidente del partido, el diputado nacional Maximiliano Ferraro, quien desde ayer oscilaba entre participar, con determinadas condiciones, o no concurrir. Esto le transmitió a la UCR y el PRO, mientras paralelamente al interior de la Coalición Cívica avanzaba la discusión sobre qué hacer.
Desde la Coalición Cívica explicaron a PERFIL que, en rigor, salvo en un par de oportunidades donde puntualmente la agenda pasaba por la crisis sanitaria por el coronavirus y la reestructuración de la deuda, nunca suelen participar de cumbres en la Casa Rosada. En 2009, tras la derrota en las elecciones parlamentaria, la entonces presidenta, Cristina Kirchner convocó al entonces Acuerdo Cívico y Social a la Balcarce 50 y Carrió decidió, junto a su bancada, no participar.
“Si nos piden discutir una agenda parlamentaria el lugar de ese diálogo es, justamente, el Congreso. Si tenés una posición republicana, como tenemos nosotros, no tenemos que preguntarle al Ejecutivo”, opinó ante PERFIL una fuente parlamentaria.
En ese sentido, desde el bloque apuntaron que, en todo momento, evitaron abrir una grieta en Juntos por el Cambio. “No estamos mal con los que no van, la diferencia es que venimos de espacios distintos e historias diferentes”, agregó la misma fuente.
En ese marco, Ferraro el domingo había deslizado su apoyo a concurrir junto a los jefes del PRO y el radicalismo en Diputados y en Senadores pero, hacia el interior de su partido, hubo voces en contra. Todo terminó con el aval de Carrió a no concurrir.
Uno de los puntos clave que se sumó a su ausencia es el temor a un “cisne negro” en la convocatoria. En particular, el último punto de la convocatoria: “medidas de la post pandemia”. En ese marco, en la CC temen que, bajo ese manto, se coloquen en la agenda parlamentaria la reforma judicial y la reforma de la Corte Suprema de Justicia, dos proyectos que ven, los colaboradores de la chaqueña, “a la medida de Cristina Kirchner”.
Paralelamente, “Lilita” sigue marcando la cancha al interior de la oposición: hoy avaló que la ex número dos de la AFI, Silvia Majdalani, haya ido a declarar a Lomas de Zamora en la causa por espionaje ilegal. Lo hizo a través del legislador porteño, Facundo del Gaiso, quien manifestó su beneplácito por el tema.
Recluida en su chacra de Exaltación de la Cruz, Carrió analiza la post pandemia y con una visión de futuro, según explican sus colaboradores. Sigue estudiando: dedicada largas horas a leer sobre humanismo y geopolítica. Logró bajar de peso y se divierte con novelas románticas y series sobre el imperio romano. Aunque seguirá en silencio, su voz sigue siendo clave.
CP
