Quizás como en un ningún otro caso, la tragedia de Once mostró que la corrupción mata. Este jueves se cumplen seis años de aquel escalofriante momento: el tren chapa 16 irrumpió en la plataforma 2 de la estación de Once con más de mil pasajeros a bordo y, sin frenar, se estrelló contra el paragolpes de contención. Cincuenta y una personas murieron. Una estaba embarazada. Como pocas veces, Comodoro Py aceleró sus propios tiempos para apurar el juicio.
Pero el sexto aniversario encuentra en libertad a ex funcionarios y empresarios condenados (salvo a Ricardo Jaime, el ex secretario de Transporte detenido por otros hechos de corrupción) y en el banquillo de un segundo debate oral al ex ministro de Planificación Julio De Vido, desaforado y también tras las rejas por causas en trámite.
“Esperábamos llegar a los seis años con las condenas firmes. Es inexplicable que sigan dilatando los tiempos, que los condenados sigan libres –dijo a PERFIL Luján Rey, madre de Lucas, una de las víctimas–. Queremos ver a cada responsable cumplir su pena en la cárcel. Y esperamos que se llegue pronto a la condena de De Vido, porque no tenemos dudas de que es culpable”.
Primer juicio. Empezó en marzo de 2014, y en diciembre de 2015, a días de que el kirchnerismo dejara el poder, fueron condenados Jaime y su sucesor, Juan Pablo Schiavi, a seis y ocho años de prisión, respectivamente. A Sergio Claudio Cirigliano, uno de los propietarios de TBA, le dieron nueve años. Al maquinista Marcos Córdoba, tres años y medio.
Desde entonces, el caso está en Casación. Los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Carlos Mahiques recién en abril estarían en condiciones de resolver. La fiscalía pidió expresamente que, si se confirman las penas, los acusados vayan inmediatamente presos, aunque les quede el recurso extraordinario de la Corte Suprema.
Segundo juicio. En su sentencia, el Tribunal Oral Federal Nº 2 ordenó investigar la responsabilidad de De Vido. Se lo había pedido desde el día uno el fiscal Federico Delgado al juez Claudio Bonadio.
Con otros tiempos políticos, el TOF 4 comenzó en septiembre a juzgar a De Vido y Gustavo Simeonoff, responsable de renegociar los contratos. Un mes después, poselecciones, De Vido fue preso por otras causas. Al juicio nunca volvió, pero por allí ya desfiló el ex ministro de Transporte Florencio Randazzo, y esperan a los ex de Economía Roberto Lavagna y Miguel Peirano.
El querellante Leonardo Menghini, tío de Lucas, aseguró: “Está probado que De Vido era autoridad de control y actuó con trato preferencial a TBA”. Pero desde la defensa dijeron a PERFIL: “Al final del juicio se va a poder llegar a un resultado justo que quite toda responsabilidad a De Vido. No solo no era quien debía controlar, sino que se probó el nivel de conflictividad de los gremios, causantes de otros accidentes, y la imprudencia del maquinista”.