El juez civil Roberto Parrilli rechazó hoy una demanda por 300 mil pesos contra Elisa Carrió,
impuesta por Héctor Eduardo Antonio, hijo del fallecido financista y amigo de Perón, Jorge Antonio.
La historia, que
concentró la atención
de la opinión pública, empezó en 2003. Por aquel entonces, en plenas elecciones presidenciales,
Raúl "Cacho" Espinosa, titular de la Pesquera San Isidro, fue asesinado en la puerta de su casa.
Semanas antes del crimen, según dichos de la propia Carrió, el empresario le había acercado graves
denuncias contra Conarpesa, una empresa de la familia Alvarez, vinculada con el ex presidente
Kirchner.
En esa oportunidad, la titular de la Coalición Cívica, había pedido que la justicia
investigue, entre otros, a Antonio. El hijo del mítico dirigente peronista, demandó a Carrió
por "
por presuntos daños y perjuicios derivados" de esa imputación por el
homicidio ocurrido en Chubut hace cinco años.
Finalmente, Carrió resultó absuelta. El juez Parrilli tomó en cuenta en su
veredicto la "libertad de pensar, de hablar, de escribir, opinar y publicar" y remarcó sobre la ex
candidata presidencial: "Al decir, que 'hay que investigar' o que se tiene 'el deber moral de
esclarecer', permite descartar la existencia de imputaciones y la figura de la calumnia. Hablar de
'creer' o de 'presunto' difumina las pretendidas injurias pues coloca las expresiones en el terreno
de lo opinable".