Una causa derivada de la trama de corrupción, sobreprecios y evasión de impuestos de la empresa Skanska tuvo su primera condena penal. El Tribunal Oral en lo Penal Económico 2 les impuso ayer penas de seis años de prisión a los empresarios Adrián López y Luis Hernández, al considerarlos jefes de una asociación ilícita que vendía facturas truchas a grandes empresas que las utilizaban para evadir impuestos, entre ellas la constructora sueca Skanska.
También fueron condenados a penas de prisión dos ex empleados de la AFIP; a realizar tareas comunitarias, tres contadores, mientras que fueron absueltos otros tres acusados, entre ellos un carpintero que figuraba como el dueño de las empresas de facturación falsa.
La causa se inició en 2010 a partir de una auditoría interna de Skanska que descubrió el pago de sobornos a funcionarios y el uso de facturación apócrifa, tras la investigación de PERFIL que reveló, en noviembre de 2006, el entramado de sobreprecios para la construcción de los gasoductos Sur y Norte.
En el juicio se determinó que las compañías Caliban SA e Infiniti Group SA eran una usina de facturas truchas que eran vendidas a grandes empresas, entre ellas Skanska, bancos y sanatorios. Con la facturación apócrifa, esas empresas lograron deducir y evadir impuestos, y justificar gastos en negro.
Truchas. Caliban e Infiniti eran empresas fantasma: no tenían empleados y daban como dirección locales comerciales sin actividad. Por las facturas truchas cobraban entre 1% y 5% de la facturación de las empresas, que se calcula en millones de pesos.
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