La ministra de Defensa, Nilda Garré, encabezó hoy el acto de cesión del predio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) a organismo de Derechos Humanos y concretó así una promesa realizada por el presidente Néstor Kirchner en los inicios de su gestión.
La ministra Garré, durante el acto, cedió de manera oficial el predio militar la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Subsecretaría de Derechos Humanos del gobierno porteño, que conformarán una comisión para determinar la manera en que funcionará el museo.
“Hemos generado un acontecimiento significativo para el futuro de los argentinos al profundizar el rescate de la memoria de los años terribles de la represión dictatorial y poder realizar el balance necesario para consolidar la democracia para todos los argentinos”, sostuvo la titular de la cartera de Defensa.
Sin la prensa —que tuvo prohibido el acceso por los organizadores del acto—, Garré elogió a la Armada por cumplir “en tiempo y en forma” con ese objetivo.
“La marina respondió a las expectativas y las cosas se cumplieron en tiempo y en forma, a pesar de las múltiples dificultades que hubo para tener la posibilidad de tener nuevos predios donde asentar los institutos educativos que funcionaban aquí”, puntualizó.
También resaltó que “la gran mayoría de los oficiales y suboficiales de la Marina han estado a la altura de las circunstancias” y describió la ceremonia como “un acto emocionante, muy austero y muy simple, pero en el que se sentía en el aire la trascendencia del momento y la satisfacción para los organismos de Derechos Humanos, las madres y las abuelas, que tanto lucharon, con tanto coraje, con tanto amor para que este lugar se recuperara para el pueblo".
En el acto estuvieron presentes secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quién firmo junto a Garré y el titular de la Armada, Jorge Godoy, el documento de transferencia; el ministro de Derechos Humanos de la Ciudad, Omar Abboud, y representantes de los organismos de derechos humanos, entre ellos antiguos prisioneros de la ESMA.
Una vez finalizado el traspaso, los funcionarios realizaron un recorrido por las instalaciones donde fueron torturados los secuestrados, y donde se dispondrán diversos espacios de la memoria dedicados a “exaltar la vigencia de los derechos humanos”.
La antigua ESMA, en tanto, fue integrada en la nueva Escuela de Suboficiales de la Armada (ESA), cuyas instalaciones fueron inauguradas por el presidente Néstor Kirchner a fines del año pasado en la base de Puerto Belgrano, en Bahía Blanca.
La prensa, afuera. Cuando los periodistas y reporteros gráficos consultaron a la Ministra por qué no se les permitió el ingreso al acto, Garré deslindó su responsabilidad y acusó a "los organizadores” del acto dicha disposición.
Según estimaciones de los organismos de Derechos Humanos, la ESMA fue uno de los centros clandestinos de detención más importantes del terrorismo de Estado, donde unas 5.000 personas estuvieron secuestradas ilegalmente en el predio y que luego viajaban a los tétricos "vuelos de la muerte", donde desde aviones navales eran arrojados vivos y narcotizados al mar.
También funcionó una maternidad clandestina que sirvió de base a la apropiación sistemática de bebés durante la última dictadura.
Fuente: DyN y Télam