Luego de ampliar su declaración indagatoria ante el fiscal Carlos Stornelli, Oscar Centeno fue liberado ayer y se convirtió en un testigo protegido. El ex chofer del ex secretario del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, había solicitado ingresar a este sistema luego de manifestar temor por su familia por haber declarado en la causa por los “cuadernos de las coimas” en las que están involucrados empresarios y ex funcionarios kirchneristas.
El juez federal Claudio Bonadio ordenó la excarcelación del autor de los cuadernos y homologó el acuerdo del ex chofer con el Ministerio Público Fiscal para que sea considerado “imputado colaborador”.
Centeno declaró por primera vez el jueves pasado, algo que amplió este viernes y, tras escuchar la segunda parte de su testimonio, Bonadio decidió liberarlo. Con el acuerdo que firmó, el ex chofer deberá “revelar la identidad o el paradero de autores, coautores, instigadores o partícipes; proporcionar datos suficientes que permitan un significativo avance de la investigación; o averiguar el destino de los instrumentos, bienes, efectos, productos o ganancias del delito”.
El programa del que ahora formará parte está bajo la órbita de la subsecretaría de Política Criminal del Ministerio y funciona “a partir del pedido de la autoridad judicial que recibió la declaración, luego del análisis de trascendencia, debiendo ser acompañada por la opinión del representante del Ministerio Público”, se informa en la página oficial.
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Allí se aclara que “es condición inexcusable para el ingreso al Programa la aceptación de la protección por parte del beneficiario, ya que las medidas de protección en muchos casos importan restricciones al ejercicio de ciertos derechos y además, como en el caso de las custodias policiales, suponen una afectación al derecho a la intimidad”.
Las medidas pueden ser tanto de custodia personal o domiciliaria, como lo relativo a alojamiento transitorio en lugares reservados, cambio de domicilio, ayuda económica por no más de seis meses, asistencia para la reinserción laboral y el suministro de documentación que acredite identidad a nombre supuesto.
Desafío.Este programa de protección de testigos le da la oportunidad al ex chofer de no estar detenido y pasar a tener una nueva identidad. Además, el caso de Centeno presenta un desafío para el programa, ya que tiene 13 hijos que deben ser contemplados en el proceso ya que es el Estado quien debe proveerle una nueva vivienda y dinero para mantener a él y su familia.
En la actualidad, existen aproximadamente unos 250 “imputados colaboradores”, que en su mayoría son testigos en causas por delitos de lesa humanidad, narcotráfico y crimen organizado y víctimas de trata de persona.
Hasta ahora, sólo dos personas se acogieron al beneficio por causas relacionadas a hechos de corrupción: Leonardo Fariña, por la causa conocida como “la ruta del dinero K”, y Alejandro Vandenbroele, por la causa que investiga la compra de la ex calcográfica Ciccone.
“La Virgen le hizo escribir”
La líder de la Coalición Cívica, la diputada Elisa Carrió, celebró ayer el destape del escándalo que involucra a empresarios y ex funcionarios del kirchnerismo y, en tono irónico, publicó en Twitter en una de sus visitas a la Virgen del Rosario de San Nicolás con la leyenda: “La Virgen es lo más! Le hizo escribir los cuadernos a Centeno”, el ex chofer de Roberto Baratta que destapó el escándalo que investiga el juez Bonadio.
Carrió recordó además que “desde el 2006 vengo denunciando a Electroingeniería. La empresa que liga a De Vido con Zannini. Hoy está preso su supuesto dueño”, insistió la socia de Cambiemos en alusión a la detención del vicepresidente de la empresa Gerardo Ferreyra, por el supuesto pago de sobornos a funcionarios del kirchnerismo. La diputada mencionó además que, según su criterio, en la lista de acusados “falta Aldo Roggio”, dueño de Metrovías.