POLITICA
val de loire es investigada por lavado

Cerró la offshore que controlaba el hipódromo de Palermo

Tras los Panamá Papers, se activó la orden de disolverla. Fue luego de que apareciera un memo de Mossack Fonseca adjudicando la compañía a un socio de Cristóbal López.

Hipódromo de Palermo.
Hipódromo de Palermo. | CARLOS BRIGO / DIARIO POPULAR

La sociedad offshore Val de Loire controló durante los últimos años una parte del Hipódromo de Palermo. Recibió desde la Argentina millones de dólares del negocio del juego y es blanco de una investigación de la Justicia federal por supuesto lavado de dinero. Sin embargo, nadie sabe quién es su verdadero dueño. Ahora surge un nuevo capítulo del misterio: la compañía movió millones fuera de la Argentina y cerró sus puertas tras el estallido de los Panama Papers. Así lo revelan los nuevos documentos obtenidos por el diario Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y a los que accedió PERFIL.

El cierre de la compañía llegó diez meses después de que La Nación diera a conocer un memo interno del estudio Mossack Fonseca en el que se identificaba al empresario argentino Federico De Achával como el “beneficiario final” de Val de Loire. De Achával es socio mayoritario de HAPSA, la sociedad que explota el hipódromo palermitano, donde se asoció a Cristóbal López en el negocio de las maquinitas.

De Achával siempre negó ser el dueño en las sombras de Val de Loire. Sus voceros volvieron a negarlo ante las consultas del equipo argentino de Panamá Papers. El empresario siempre adjudicó esa sociedad a “inversores extranjeros”, que nunca identificó. Desde la revelación, el argentino enfrenta una investigación judicial que busca determinar si es el verdadero dueño de la offshore. 

La nueva filtración de documentos de Mossack Fonseca ahora cuenta cómo se deshicieron de Val de Loire mientras era investigada. Esta offshore tiene a su vez una controlante (otra offshore). Se trata de Torsby Trading SA, que, luego de los Panamá Papers, pasó a manos de un ciudadano chino, Zhu Zhingang (figura como accionista). Fue él quien, a su vez, ordenó el cierre de Val de Loire en Nevada, Estados Unidos.

¿Quién es ese ciudadano chino? Zhingang (o Zhigang, según distintos documentos) informó un domicilio en la provincia de Guangxi, dentro de la República Popular China, sin que el estudio Mossack Fonseca obtuviera mayores datos sobre él, salvo el registro de un homónimo acusado por las autoridades chinas por la presunta “falsificación de documentos oficiales y sellos”.

Tras hacerse del control de Torsby Trading SA, Zhingang o Zhigang tomó cinco decisiones. La primera fue terminar, en octubre de 2016, con el contrato de fideicomiso entre Torsby y la Fiduciaria Mossfon (de Mossack Fonseca) “con la finalidad de instrumentar formalmente la compra de las acciones que [Val de Loire] poseía” en HAPSA (la explotadora del hipódromo). 

La segunda decisión, en enero de 2017, fue otorgarle un poder de representación en Alemania a un abogado para que contactara a las autoridades de ese país que tenían bajo la lupa a Val de Loire por decenas de transferencias por entre US$ 1 millón y US$ 2,5 millones cada una, realizadas entre febrero de 2007 y junio de 2013 a una cuenta en el Deutsche Bank AG de Hamburgo.

La tercera decisión de Zhingan o Zhigang se ejecutó en Buenos Aires. El 1º de febrero, un ex presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), el abogado Porfirio Raúl Carreras, se presentó ante la Inspección General de Justicia (IGJ) y como representante legal de Val de Loire en el país requirió cancelación de su inscripción.

El cuarto paso se instrumentó cinco días después a través de una directora de Torsby en Panamá, Carmen Wong, quien autorizó a alguien llamado Christophe Leon DiFalco a completar dos transferencias a favor de Zhingang o Zhigang, en una cuenta del HSBC en Hong Kong por algo más de US$ 6 millones.

La quinta y última decisión fue un día después, el 7 de febrero. Completó la disolución de Val de Loire en Nevada, y el traspaso de todos sus derechos económicos, “presentes y futuros”, a Torsby, que continúa activa y a la que identificó como “beneficiaria financiera” de Val de Loire.

Aún así, Val de Loire quedó bajo la lupa del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que así se lo informó al juez federal Sebastián Casanello. Le comunicó, el 20 de noviembre pasado que no podía brindarle “la asistencia requerida en este momento debido a una investigación pendiente estadounidense”. 

En la Argentina, mientras tanto, Casanello y el fiscal Federico Delgado todavía aguardan la respuesta de las autoridades de Uruguay para obtener la información y documentación en poder del estudio Damiani, informaron fuentes judiciales.

La investigación se centra en la búsqueda internacional de documentación que identifique a los verdaderos dueños de Val de Loire o que confirme lo informado por el estudio Damiani a Mossack Fonseca en 2014. Dicho estudio, también involucrado en el caso de Lázaro Báez, intermediaba entre Val de Loire y Mossack Fonseca.

Un documento de la Unidad de Información financiera (UIF) reconstruyó la ruta del dinero de Val de Loire, detectando transacciones en Suiza, Alemania, Curazao y Hong Kong.

Según fuentes judiciales, la hipótesis más firme en la investigación sostiene que Val De Loire habría funcionado como pantalla de HAPSA para presuntamente evadir impuestos en el país. La Justicia detectó movimientos de dinero entre HAPSA y Cristóbal por el negocio del juego en los que se utilizó a Val de Loire, según fuentes de la causa.

El equipo argentino que trabajó en la continuación de Panamá Papers con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) está integrado por Hugo Alconada Mon, Maia Jastreblansky, Iván Ruiz y Ricardo Brom (La Nación), Mariel Fitz Patrick (Infobae), Emilia Delfino (Perfil) y Sandra Crucianelli (para Perfil).