La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner llevó a cabo un acto en el salón Mujeres del Bicentenario de la Casa Rosada, donde anunció obras ferroviarias en el tren Buenos Aires – Mar del Plata, una nueva planta de tratamiento cloacal en dicha ciudad balnearia y el río Reconquista, además de obras vinculadas al soterramiento del Sarmiento —“en el que venimos atrasados”– y su análisis de coyuntura internacional respecto al restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Al principio la mandataria bromeó al afirmar que “con todo lo que hemos anunciado, tenemos para cuatro cadenas nacionales” pero el susto duró poco y aseguró que “no saldrá en ninguna parte”, dado que “es un día cargadito” con el juramento de Aníbal Fernández.
A continuación, la mandataria comentó la inauguración del tercer carril de la autopista Buenos Aires – La Plata y describió el recorrido que realizan los porteños para salir a la Ruta 2 rumbo a Mar del Plata. Aprovechando el recorrido vial, la Presidenta destacó “la inauguración de la obra sanitaria más importante que se tenga memoria en la ciudad balnearia” al referirse a “42 kilómetros” de obras cloacales, más una planta de tratamiento de efluvios, “recuperando las playas de Mar del Plata para todos los argentinos”.
Aún en referencia a la histórica ciudad balnearia, Cristina destacó los avances en el servicio ferroviario de Constitución – Mar del Plata, entre los que se cuenta la renovación de la totalidad de rieles y durmientes, además de una flota nueva de coches y locomotoras.
La Presidenta también comunicó que el Gobierno firmó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) “el otorgamiento de un préstamo de 200 millones de dólares para iniciar la obra de saneamiento ambiental de todo el Río Reconquista”.
Soterramiento del Sarmiento, otra vez. Cristina se refirió, a continuación, a obras dentro de la ciudad de Buenos Aires. “Nosotros no discriminamos, la obra es para todos”, aseguró al mostrar “el proyecto más ambicioso que hemos encarado”: recuperar los espacios ociosos de las playas ferroviarias de Liniers y Caballito.
“También vamos a aprovechar esos terrenos para otra obra fundamental para la Ciudad de Buenos Aires que es el soterramiento del Sarmiento”, señaló la Presidenta para luego justificarse en que “hubo incumplimiento en las fechas pero bueno, dejemoslo ahí”.
Fijensé que nosotros no hemos tirado abajo las cosas que se venían haciendo, seguimos adelante con políticas que estaban bien hechas.
Ciudar al periodismo. Una de las perlitas de la tarde se vivió cuando Cristina la preguntó a una periodista del diario La Nación si tenía mucho calor por estar abanicándose. “Suban, por favor, el aire que la chica de La Nación tiene calor”, pìdió la mandataria interrumpiendo su discurso, para luego asegurar: “Eso es para que después no digan que no queremos a los periodistas, acá los cuidamos”.
Fidel tenía razón. Cristina Kirchner se hizo eco de la noticia política más importante del año y, quizá, de la década: el inicio de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba. “Ayer fue el dia de la dignidad de los pueblos que no se rinden”, dijo la Jefa de Estado, y pidió que el 17 de diciembre sea el día de los pueblos que no se rinden, “y de paso el del cumpleaños del Papa”.
“Tal vez les faltan productos de consumo de mercado, pero tienen la dignidad, la libertad y la independencia”, dijo la Presidenta sobre la situación de un país en el que no hay libertad de expresión, prensa ni circulación.
Respecto del Presidente norteamericano, Cristina consideró que “si este hombre pasa a la historia, será por esto”. Entre sus apreciaciones, la mandataria también cree que el archienemigo de los Estados Unidos es Cuba, que el gigante norteamericano “ya no es tan coloso”, pero que “sigue con ese qué se yo de la colonización” y que “EE.UU. tardó 53 años en darle la razón a Fidel Castro”.
Finalmente, la Presidenta se mostró esperanzada en que esta actitud de Estados Unidos repercuta en las gestiones por las Islas Malvinas ante el Reino Unido.