La presidenta Cristina Fernández no asistirá a la asunción de la mandataria electa de Brasil, Dilma Rousseff, el sábado próximo, donde se especulaba que se encontrara por primera vez, luego del escándalo de Wikileaks, con la jefa de la diplomacia de los Estados Unidos, Hillary Clinton. En cambio, se quedará con sus hijos a pasar Año Nuevo y descansar en Río Gallegos.
En representación de la jefa del Estado viajará el canciller Héctor Timerman, quien estará presente en la ceremonia en que Rousseff recibirá el mando del gobierno de manos de Luiz Inacio "Lula" Da Silva, que deja el Planalto con altos índices de popularidad, informó DyN.
La información fue confirmada a la AFP por el portavoz de la Presidencia, Alfredo Scoccimarro. "No viaja, pero eso ya estaba previsto desde hace tiempo", señaló. Y destacó que la mandataria tiene previsto pasar fin de año con sus hijos y familiares cercanos en su residencia de Río Gallegos, donde también tiene planeado descansar. Será, por caso, su primera celebración de Año Nuevo si su marido, el ex presidente Néstor Kirchner.
No será este el primer desencuentro entre Cristina y Dilma. Ya cuando se realizó la Cumbre del Mercosur en Foz Iguazú, oportunidad para la que habían pactado un encuentro a solas, no pudieron concretar el encuentro porque la mandataria electa de Brasil decidió quedarse en Brasilia para terminar de armar su Gabinete.
Rousseff recibirá el sábado la banda del saliente Luiz Inacio Lula da Silva y se transformará en la primera mujer en la historia brasileña en asumir como presidenta.