Tras las repatriación del último contingente de varados y residentes desde Chile, el Gobierno apuesta ahora a seguir reforzando el vínculo con Santiago como canal de diálogo hacia el Pacífico, región donde vislumbra mayores oportunidades comerciales. Por lo pronto, ya está confirmado que el mandatario vecino Sebastián Piñera participe del la cumbre semestral del Mercosur durante la cual el uruguayo Luis Lacalle Pou transferirá la presidencia pro tempore del bloque al presidente argentino Alberto Fernández.
A fines de la semana pasada, la Cancillería informó sobre el regreso del último contingente de "unos 500 argentinos y residentes extranjeros" que pudieron retornar a través de los cinco pasos fronterizos abiertos con tal propósito.
El trabajo demandó la coordinación entre la Cancillería en Buenos Aires, la embajada en Santiago, a cargo de Rafael Bielsa, y los seis consulados en el país andino. También el accionar de los ministerios de Interior, Salud, Transporte y Jefatura de Gabinete para garantizar su traslado.
"Desde que el canciller Felipe Solá instruyó a las áreas externas e internas de la Cancillería a realizar acciones para asistir a los argentinos en el exterior, han vuelto ya a la Argentina más de 200 mil compatriotas o residentes en el país que estaban fuera cuando arreció el COVID-19", señaló el comunicado.
Santiago de Chile tendrá cuarentena los fines de semana tras el aumento de casos
Luego de algunos roces en medio de la pandemia con motivo de las filminas comparativas, el vínculo entre Piñera y Fernández se consolidó. Ambos gobiernos mantienen sus diferencias en lo que respecta a enfoques económicos pero conviven bajo un pragmatismo similar al que caracterizó la primera presidencia de Piñera con Cristina Fernández de Kirchner, al otro lado de la cordillera.
De hecho, Chile pertenece hoy a la Alianza del Pacífico, un bloque con una naturaleza mucho más abierta que el Mercosur pero con el que hace tiempo se piensa en una convergencia. Desde 1996 es miembro asociado del bloque atlántico.
Se espera que Piñera participe del traspaso formal de presidencia en el Mercosur que tendrá lugar de forma virtual, como en julio pasado. Argentina y Chile tienen intereses compartidos en la región, comenzando por los denominados corredores bioceánicos con los que se busca interconectar al Cono Sur.
No es una iniciativa nueva, al contrario. Sin embargo, no termina de concretarse pese a su planificación como canales productivos de dos direcciones: una puerta de la Argentina al Pacífico y una para que Chile alcance el Atlántico, libre de las inclemencias del clima.
Guillermo Chaves, jefe de gabinete del ministerio y mano derecha de Felipe Solá, lo mencionó en un webinario organizado por el Parlasur la semana pasada. "Los corredores ya son una idea que se ha trasformado en prioritaria para el desarrollo de nuestra naciones, como así también una posibilidad de diseñar un futuro post pandemia”.
Indicó además que "el desafío de los corredores tiene dos matices: uno desde el punto de vista de la tarea técnica, y otro desde la vocación que debe tener los estados de plantear esto como prioridad" y que en la Argentina ya trabaja una comisión interministerial para hacerlos realidad con foco en la región del Noroeste y Noreste argentino.
Una semana antes, la Comisión Binacional Argentina-Chile de Cooperación en Investigación Científica Marina Austral se había reunido de manera virtual para realizar un balance del trabajo en 2020 y de cara a 2021. Una de las metas que se propuso es que las dos banderas ondeen juntas en la Antártida, como gesto de fraternidad.
El comunicado posterior indicó que el Plan de Trabajo 2021-2022 incluye, además, la realización de campañas conjuntas a bordo de la nueva lancha oceanográfica "Shenu" del CADIC-CONICET y el comienzo de la fase experimental del proyecto en laboratorios de los dos países, para estudiar los efectos de la acidificación del mar sobre especies de interés ecológico y comercial, con financiamiento de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco.
En paralelo, se propuso compartir información del radar meteorológico de Río Grande, el único que cubre el Canal de Beagle.
Argentina asume en el Mercosur con la meta de que ingrese Bolivia
En la agenda binacional se apuntaron varias iniciativas conjuntas en los últimos tiempos. Desde la equiparación del régimen tarifario con Tailandia para que Argentina pueda exportar al país vecino las 4x4 hasta la validez de los registros de conducir de ambas naciones hasta por un año a partir de un convenio entre ambos Estados.
Desde la Cancillería, también se habla de avances en el suministro de gas Neuquén-Concepción y en la participación argentina en el cable Transpacífico 5G Santiago-Sidney, un proyecto que unirá al continente con Nueva Zelanda y Australia, considerada el Hub Digital de Oceanía por enlazar hasta 12 cables de interconexión con otros países, cinco de ellos con Asia.
Por último, Chile tiene por delante un 2021 de calendario agitado desde lo electoral. Antes de las presidenciales de noviembre, deberá pasar por regionales y constituyentes. Allí las simpatías del Frente de Todos se dividen.
Si bien es cierto que el primer mandatario mantiene una relación personal con Marco Enríquez-Ominami, férreo opositor de Piñera, y una parte del gobierno quisiera ver a las fuerzas progresistas como la de ME-O en una nueva Concertación, no faltan quienes señalan la sintonía con Piñera y la centroderecha, sobre la base del pragmatismo y los intereses comunes, como un punto a considerar antes de arriesgarse a complicar el vínculo con acciones que puedan leerse como injerencias en la política vecina.
