Daniel Awada, cuñado del presidente Mauricio Macri, fue sobreseído por una causa iniciada en 2012 por el presunto contrabando de mercadería proveniente de China en tránsito hacia la ciudad de Asunción, en Paraguay.
El dueño de la empresa Cheeky (Cheek SA) y otros seis imputados resultaron favorecidos por la Justicia a dos meses de la asunción de Macri.
La causa llevaba cuatro años en trámite. PERFIL accedió al sobreseimiento, que se concretó el 5 de febrero pero no había sido difundido.
El titular del Juzgado Económico Nº 5, Diego Amarante, resolvió el sobreseimiento debido a que el Ministerio Público Fiscal no aportó pruebas suficientes y atendió, en cambio, al derecho de los implicados de ser juzgados dentro de un “plazo razonable y por el beneficio de la duda”. La hipótesis inicial de la fiscalía planteaba que la firma de Awada había realizado una maniobra para evitar pagar aranceles, pero la principal prueba en contra de los imputados, la declaración de los choferes, fue anulada.
La causa se originó tras la denuncia de la dueña de Nildmori SRL, una empresa de transporte que había sido contratada para trasladar mercadería de indumentaria infantil, presumiblemente de la firma Cheeky, desde la Aduana de Buenos Aires hacia Paraguay, pero al llegar a Clorinda los camiones estaban vacíos.
Los choferes de los camiones, Osvaldo González Meaurio y Arsenio Paredes, inicialmente denunciaron un robo, pero luego ante la Aduana se desdijeron y admitieron que, por instrucciones de un tercero, habían descargado la mercadería supuestamente robada en el depósito de Cheeky de la calle Cuyo 3040, en la localidad de Martínez. El abogado del hermano de la primera dama, Luis Charro, indicó a PERFIL que en el expediente está probado que la firma Cheeky “no pagó la mercadería ni contrató a los camioneros”, aunque la documentación de AFIP y Aduana presentada en la causa está consignada a nombre de Cheek SA.
Para Charro, los camioneros podrían haber mentido en sus declaraciones y haber señalado a la empresa de Awada por ser conocida.