La mañana del martes abrirá un nuevo capítulo en una de las causas judiciales más sensibles en las que se investiga a Hugo y Pablo Moyano, titulares del gremio de Camioneros y del Club Atlético Independiente. Será cuando el juez federal de Quilmes, Luis Armella, tome declaración testimonial al barra del club de Avellaneda, Pablo “Bebote” Alvarez.
Fue Alvarez, detenido en una causa por extorsión a jugadores de Independiente, quien en enero pasado involucró a padre e hijo en maniobras de presunto lavado de dinero. Entonces, el testimonio que involucró a los Moyano fue en indagatoria, una instancia en la que Alvarez no estaba obligado a decir la verdad, pero ahora será diferente. Como testigo, está obligado a hacerlo.
En enero, a partir de los dichos de Alvarez sobre las maniobras de los Moyano, Vitale extrajo testimonio y lo envió como denuncia a la Justicia Federal quilmeña. Otro barra, sindicado como mano derecha de Bebote, Damián Langaronne, también había apuntado contra los dirigentes camioneros en su propia declaración indagatoria ante Vitale.
El magistrado tiene competencia sobre delitos del fuero ordinario y la posible trama de lavado que se abría correspondía al fuero federal. En febrero, desde que se reanudó la actividad judicial tras la feria de verano, como adelantó PERFIL, en el juzgado de Armella se analizó en qué calidad se llevaría a declarar a Alvarez, si como imputado, por lo que nuevamente no estaría obligado a decir la verdad, o como testigo, como finalmente sucedió.
“Ahora, en base a lo que diga, se abren múltiples escenarios”, detallaron fuentes del caso a este diario, que no descartaron que la causa tomará aún más velocidad tras la declaración. Desde el comienzo, para la Justicia, es accesible probar las prácticas denunciadas porque se trataría de maniobras concretas.
La semana pasada, la fiscal federal de la jurisdicción, Silvia Cavallo, requirió el impulso de la investigación e imputó a Pablo y Hugo Moyano, al tiempo que pidió una serie de trece medidas, a las que se sumaron las que ordenó el juzgado.
De acuerdo con las fuentes consultadas por PERFIL, los investigadores sumaron varios elementos probatorios en los últimos días, en tanto que consideraron que de los delitos que se les atribuyen a los Moyano el más grave es el presunto desmanejo en los fondos que se pueden considerar públicos. “Y confundir patrimonios como si se tratara todo de lo mismo”, completaron en alusión a los fondos del club, del sindicato y los de la familia Moyano, como la de las empresas de su mujer, Liliana Zulet.
Por el momento, ante la Justicia quilmeña no se presentó el abogado de la familia Moyano, Daniel Llermanos. En forma pública, el letrado descalificó las declaraciones del barra e insistió en que no había ningún elemento contra sus defendidos.
En tanto que Alvarez será trasladado al juzgado desde el penal de Ezeiza, donde está detenido, por el Servicio Penitenciario Federal. Su traslado fue autorizado por Vitale, el magistrado por orden del que está detenido.
El juez federal Armella no definió aún si solicita la declaración testimonial de Langaronne, quien también había apuntado contra Hugo y Pablo Moyano.
