Luego de cuatro años corrido de la escena política, y tras ser acusado de traidor por el kirchnerismo, Julio Cobos se postula como candidato a diputado nacional por su provincia y las encuestas le dan la delantera. Deberá, primero, sortear una interna con Juan Fernando Armagnague, pero al parecer la competencia será fácil para el ex vicepresidente. Cobos tiene una intención de voto de 32 puntos, según las encuestas que maneja el gobierno mendocino. El kirchnerismo presenta como rival al intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham, una candidatura apuntalada por el vicegobernador, Carlos Ciurca, y por el resto de los jefes comunales peronistas. Su intención de voto varía entre los 22 y los 27 puntos. El tercero y el cuarto lugar están peleados entre el radical Roberto Iglesias –que se presenta por el Partido Federal– y el periodista Luis Rosales, que va en una alianza entre el PRO y los demócratas.
Con la excepción del kirchnerismo, el resto de las listas se disputan el mismo electorado. Por eso, la apuesta del oficialismo –que tiene fuerte apoyo de la Casa Rosada– es capturar el ciento por ciento del voto peronista.
Cobos deberá probar si es profeta en su tierra. Una tierra en la que Cristina Kirchner tiene el 48% de imagen positiva y su gobernador, Francisco “Paco” Pérez, unos 40 puntos. En la campaña hay distintas estrategias. La de Roberto Iglesias es polarizar con Cobos, un intento que puede ser en vano, porque arrastra el 15% de intención de voto. La estrategia de Rosales, en tanto, es castigar a sus tres rivales diciendo que son lo mismo.
