POLITICA

Cómo es el trágico historial "narco" de la Villa 1-11-14

Asesinatos frecuentes, ajustes de cuentas por territorios, y expansión a otras villas. El funcionamiento de un 'cartel' en plena Capital.

La villa 1-11-14 recibió muchas denuncias por narcotráfico.
| DyN

En la noche de este domingo, cuatro jóvenes hermanos paraguayos fueron hallados asesinados a tiros en la cabeza junto a un un auto en la villa 1-11-14 del barrio porteño del Bajo Flores, en un presunto ajuste de cuentas por drogas. Las víctimas se encontraban a punto de abordar un coche Mercedes Benz 190 estacionado en la manzana 9 del asentamiento, frente a la puerta 4 del estadio de San Lorenzo, a la altura de avenida Perito Moreno al 2000.

Fuentes policiales informaron a DyN que se trata de tres hombres y una mujer, de entre 20 y 25 años, a quienes hallaron asesinados a las 23.40 de anoche.

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Sin embargo, esto no es un hecho aislado. Se trata de una problemática que, circunscripta en la contexto de la lucha de bandas narco, ya cuenta con un largo de historial de muertes, tal como lo reseñó Diario PERFIL en los últimos años.

A la Villa 1-11-14 la llaman "el shopping", consignó en 2010 PERFIL. Día a día, consumidores, adictos y dealers se sumergen en sus pasillos buscando la cocaína más pura y barata de la Ciudad. Por lo general, quien realiza la “transacción” no corre mayores riesgos porque conoce los códigos y a los “satélites” (nombre que reciben los que deambulan por las inmediaciones de la villa), que les brindan protección.

“El comprador, que muchas veces viene de barrios altos de la Capital, arregla de antemano con un satélite que lo espera en un acceso a la villa. Este, a su vez, se comunica con un intermediario que traslada el pedido desde la casa del fraccionador hasta las manos del consumidor”, describió entonces un jefe de la Policía Federal que conoce la mecánica interna.

La villa 1.11.14 es una de las más peligrosas de la Ciudad. Allí, los enfrentamientos armados son moneda corriente y las víctimas fatales, el saldo habitual.

En 2011, desde la Villa 31 denunciaron que desembarcaron allí varias bandas narcos provenientes de la 1-11-14. Los vecinos dicen que es por el crecimiento de la demanda de droga y la falta de control policial, más concentrado en la zona sur. "Hay mucha inquietud porque hay más consumo, y eso atrae a más narcos. Nos invadieron los paraguayos y los peruanos", se preocupaba Saúl Sánchez, un referente de la zona.

También en 2011, Jorge Rodríguez, ex asesor del ministerio de Seguridad que conducía Nilda Garré, denunció que en la villa había diez laboratorios de producción de clorhidrato de cocaína y que los narcos que operan desde adentro están mejor equipados que los gendarmes apostados en la zona.

En julio de 2013, en la misma villa se registró un quíntuple asesinato (tres paraguayos y dos argentinos) vinculado a un ajuste de cuentas entre bandas por un cargamento de marihuana que no llegó a destino. En la zona es conocida la guerra entre la banda de "Los Paraguayos" y la del "Gauchito Gil", esta última integrada por mayoría de argentinos.

Más recientemente, en marzo de 2014, Marco Antonio Estrada González, alias “Marcos”, líder de la banda narco que gobierna con violencia la Villa 1-11-14, recuperó la libertad tras haber cumplido una pena de seis años en la cárcel. Marcos es peruano pero vive en la Argentina. Ya tiene tres condenas. Según consignó Diario PERFIL, hay pruebas que lo identifican como uno de los señores de la droga en la Capital Federal, con ramificaciones en la provincia de Buenos Aires, Paraguay y contactos aceitados en Perú y Bolivia.

La Justicia estableció que Marcos logró organizar en la Argentina la estructura más parecida a un cartel de droga. Controla un territorio determinado en donde ningún otro grupo puede operar. Lo hace a través de la violencia, de soldados armados. Según consta en la investigación judicial, la droga no es fabricada en el país. La cocaína proviene de Perú, ingresa por Bolivia, baja hasta la provincia de Buenos Aires y desde allí se distribuye a la Capital Federal. La marihuana es traída desde el Paraguay, reseñó el medio.

Por último, en febrero pasado, además, en el asentamiento se registró un tiroteo que duró cuatro horas y terminó con dos muertos y un escándalo en el Hospital Piñero, adonde asistieron a los heridos y algunos de sus familiares amenazaron con armas al personal médico.