El juez Claudio Bonadio ordenó este jueves el procesamiento con prisión preventiva, previo desafuero como senadora, de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la causa por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA que investiga el pacto de entendimiento con Irán. La solicitud del magistrado será tratada en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. En caso de llegar al recinto, deberá juntar las dos terceras partes de los presentes. ¿Cuán probable es que el oficialismo logre quitarle los fueros?
La ley 25.320 conocida en el lenguaje legislativo como la "Ley de fueros" es el primer paso que puede definir el futuro de la exmandataria. Todo pedido de desafuero, según indica el artículo 2, deberá ser girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara correspondiente. En el caso de Fernández de Kirchner, deberá ser tratada por la Cámara Alta. El trámite en la Comisión no deberá exceder los 60 días hasta que emitir dictamen.
La Comisión tendrá que emitir dictamen con la mitad más uno de los integrantes presentes. Sin embargo, la Cámara y las comisiones cambiarán su composición el próximo 10 de diciembre. El que llevará las riendas del pedido de desafuero contra la senadora será el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales. El nombre del nuevo líder de la Comisión se conocerá el lunes y será quien le dé celeridad o "cajoneé" la solicitud del magistrado.
Si lograra dictamen una vez que llega al recinto, el pedido de desafuero deberá reunir las dos terceras partes afirmativas entre los presentes al momento de votar. Debido a la nueva composición del Senado, el futuro de la expresidenta quedaría en manos de dos bloques: Cambiemos y Argentina Federal. Ambos estarán representados por 25 senadores.
Pocas probabilidades. Sin embargo, este escenario no parece compatible con la situación de la ex jefa de Estado dado que en el Senado la posición de los senadores del PJ es que sólo le quitan los fueros cuando hay "cosa juzgada" y "sentencia firme", en el caso de la Fernández de Kirchner, recién le dictaron el procesamiento.
El pedido de desafuero tampoco podría ser tratado en el corto plazo por el Senado debido a que el Congreso se encuentra en receso. Con este obstáculo, para habilitar su tratamiento el pedido debería ser incluido en el decreto de llamado a sesiones extraordinarias del Poder Ejecutivo. Una opción sería que el Congreso autoprorrogase el período de sesiones ordinarias, pero no parece probable que la oposición acepte esto.
La solicitud de Bonadio deberá ingresar por Mesa de Entradas del Senado y después girado a alguna comisión por las autoridades. En el Senado no existe, como sí en Diputados, con lo que el giro debiera ser a la de Asuntos Constitucionales, hasta hoy presidida por el kirchnerista Marcelo Fuentes. Pero esa comisión, por el receso, no está siquiera conformada.
Para tratarse el pedido de desafuero, antes deberá tener dictamen de comisión. Todo indica que el pedido no podría empezar a discutirse antes de marzo de 2018, cuando inicia el período de sesiones ordinarias.
En ese momento, para que suceda el desafuero se necesita el apoyo de dos tercios de los senadores, es decir sumar 48 votos. El peronismo se separó el miércoles en el Senado en dos bancadas: 25 quedaron en la de Miguel Ángel Pichetto y 8 en la de Cristina Fernández de Kirchner. Entre ambas suman 33 votos. En caso de que el resto de los 39 senadores votara el desafuero, igual no se llegaría sin esas dos bancadas peronistas.