En su última votación como presidenta, Cristina Fernández de Kirchner militó por su candidato en clara violación de la ley electoral al romper con los códigos de la veda. Su candidato Daniel Scioli siguió igual comportamiento al tiempo que Mauricio Macri habló de manera escueta aunque disfrutó de los cánticos que lo recibieron al ritmo de "Sí se puede".
La Presidenta buscó hoy generar empatía en los electores al pedirle "a la gente que recuerde dónde estaban y cómo estaban en 2003", cuando llegó al poder el kirchnerismo tras la gestión del también justicialista Eduardo Duhalde. "Tenemos un período inédito y tan largo en la historia", acotó al ponderar la administración del kirchnerismo, luego de votar en un colegio de Rìo Gallegos. Volvió a ponderar además los doce años y medio de gobierno kirchnerista y advirtió que "muchas veces cuando vienen los embates, mucha gente baja los brazos, se rinde, cambia de política y en cambio nosotros no ante cada embate, nos fortalecimos".
En un claro rompimiento de la veda electoral, Cristina pidió "mirar el pasado para que no vuelva a pasar" y señaló que "no hay pais que pueda tener futuro si no sabe lo que le pasó". La jefa de Estado evitó contestar las varias veces que los cronistas le preguntaron si estaba dispuesta a dialogar con el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, y en tono irónico apenas señaló que "Ay, ¡es un hombre casado!". Apeló asimismo a que la ciudadanía haga "un ejercicio de memoria" a la hora de votar en el balotaje, ya que "sería muy fuerte volver atrás con los logros y las conquistas del pueblo argentino". "Sería muy fuerte volver atrás con los logros y las conquistas del pueblo argentino", completó.
Por último, recordó sin nombrar al ex presidente Carlos Menem al aludir al ballottage de 2003, cuando el riojano se bajó de la compulsa y le permitió acceder al gobierno a su marido, Néstor Kirchner, y dijo que "le preguntaría a los candidatos a quién votaron". Daniel "Scioli sé a quien votó", añadió en alusión a la fórmula que el hoy candidato del oficialismo integró junto a Kirchner. "Me pregunto si en el 2003 en lugar de triunfar la fórmula Néstor Kirchner y Daniel Scioli hubiera triunfado la de no lo voy a nombrar", indicó en alusión a la que encabezaba el senador nacional oficialista Carlos Menem.
En igual sintonía que la Presidenta, el candidato presidencial oficialista, Daniel Scioli, votó esta mañana haciendo campaña, pese a la veda electoral, en una escuela del partido bonaerense de Tigre, adonde contestó todo lo que le preguntaron en medio de los cánticos de sus seguidores que advertían que "esta tarde, cueste lo que cueste", hay que ganar el balotaje.
El gobernador bonaerense se presentó pasadas las 9 en la escuela N° 16, en Dique de Luján, acompañado por su esposa, Karina Rabolini, quien vestía camisa naranja, y por su hija Lorena, quien llevaba un atuendo similar pero en verde limón, este último parecido al clásico amarillo que caracteriza al espacio de Mauricio Macri. "Se siente, se siente Scioli presidente" y pedidos de "piquito" con su mujer, fueron coreados por personas que acompañaron al aspirante del Frente para la Victoria a emitir su voto. Scioli, quien esta mañana se levantó a las 6 y corrió "una hora", dijo tener "un gran temple" y, en su ya remanida exhortación, llamó "al pueblo argentino" a tener "fe, optimismo y esperanza".
A pesar de la veda, volvió a advertir a la ciudadanía "que voten a conciencia, como dijo el papa Francisco" y que "piensen en su salario, en su trabajo".
Por su parte, ahorrativo en palabras pero no en gestos de emoción, el candidato presidencial por Cambiemos, Mauricio Macri, emitió esta mañana su voto en una escuela porteña del barrio de Palermo donde recibió muestras de entusiasta respaldo y cánticos a viva voz: "Sí, se puede, sí se puede".
El aspirante debió esperar largos minutos para lograr bajar del auto gris que lo llevó a la escuela Wenceslao Posse, junto a su esposa, Juliana Awada, por la efervescencia de decenas de seguidores y curiosos que se habían concentrado en la calle Juncal al 3100 para saludar, ver en persona y tocar al líder del PRO. Vestido de camisa celeste y pantalones claros, Macri ingresó al colegio con las ya esperadas facturas que ofreció a las autoridades de mesa.
"Todo me está desbordando, nunca pude habérmelo imaginado", expresó el aspirante de Cambiemos en las breves declaraciones que formuló a la prensa, lo que lo diferenció de su rival oficialista que habló y dio definiciones políticas en medio de la veda electoral y a todos y cada uno de los cronistas que buscaban su palabra. Macri, aspirante a ocupar la Casa Rosada después de 12 años de tres gobiernos kirchneristas, dijo: "Estoy tranquilo y feliz".