La presidenta Cristina Fernández de Kirchner concurrió a votar por última vez como jefa de Estado y lo hizo después de la suegra del secretario de Legal y Técnica y candidato a vice del oficialismo, Carlos Zannini. Luego, apeló a que la ciudadanía haga "un ejercicio de memoria" a la hora de votar en el balotaje, ya que "sería muy fuerte volver atrás con los logros y las conquistas del pueblo argentino".
La mandataria fue consultada por la prensa tras emitir su sufragio en una escuela de la localidad santacruceña de Río Gallego si esperaba que los votantes hicieran hoy "un ejercicio de memoria", y contestó que sí, "porque sería muy doloroso" en caso contrario. Así, destacó el "momento histórico" en el que se llega al balotaje y señaló que hay "una paz social muy grande, aunque por ahí hay mucho bochinche entre los dirigentes". "Lo del bochinche lo digo por lo que en general es amplificado por los medios", añadió cuando le preguntaron si aludía así a los enfrentamientos entre Mauricio Macri y Daniel Scioli los dos candidatos que se enfrentan en la segunda vuelta.
De cara a la elección de hoy, Cristina aconsejó al pueblo a "mirar el pasado para que no vuelva a pasar" y señaló que "no hay país que pueda tener futuro si no sabe lo que le pasó". La jefa de estado evitó contestar llas preguntas de los cronistas que le preguntaron si estaba dispuesta a dialogar con el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, y en tono irónico apenas señaló que "ay, es un hombre casado".
En la casi media hora en que habló con los periodistas, manifestó entre otras cosas que los reporteros "están acá con los micrófonos apuntándome como si fueran armas" y sostuvo que durante el 2001 "la gente veía a alguien con corbata en la calle, creía que era un empresario o un político y le pegaban".
La dirigente buscó empatía con la población al pedirle "a la gente que recuerde dónde estaban y cómo estaban en 2003", cuando llegó al poder el kirchnerismo tras la gestión del también justicialista Eduardo Duhalde: "Tenemos un período inédito y tan largo en la historia", acotó al ponderar la administración del kirchnerismo.
La jefa de Estado aludió al balotaje de 2003 sin nombrar al ex presidente Carlos Menem, cuando el riojano se bajó de la compulsa y le permitió acceder al gobierno a su marido, Néstor Kirchner. En ese sentido dijo que "le preguntaría a los candidatos a quién votaron" en esa ocasión. “Daniel "Scioli sé a quien votó", añadió en alusión a la fórmula que el hoy candidato del oficialismo integró junto al fallecido presidente.
"Me pregunto si en el 2003 en lugar de triunfar la fórmula Néstor Kirchner y Daniel Scioli hubiera triunfado la de no lo voy a nombrar", indicó en alusión a la que encabezaba el senador nacional oficialista Carlos Menem. Luego, parafraseó al personaje "Minguito", del célebre cómico Juan Carlos Altavista, al advertir que "no todo es igual, no es 'ce gual'" en cuanto a los modelos de país de distintos espacios políticos.
Asimismo, la presidenta advirtió que ante "los grandes cambios a nivel global, hay que saberlos interepretar". De ese modo, pidió que el nuevo presidente sepa gestionar las relaciones con el exterior: "Quien vaya a conducir los destinos de la Patria tiene que saber en qué lugar colocar a la República Argentina", sentenció. Y, señaló que tiene que posicionarse "sin ser el perrito de cola como alguna vez fueron las relaciones carnales, porque sería un lugar que no se lo merece por historia ni por seguridad" en "un mundo multipolar".
Además, la jefa de Estado expresó su "preocupación por las cosas que sucedieron en estos días, no puede dejar de manifestarlas" y señaló entre ellas la "vandalización de la mansión Seré, un campo de concentración de la dictadura, con inscripciones muy feas como que el 22 se acaba el curro". En ese sentido, destacó la importancia de la defensa "de los derechos humanos que nos ha colocado a los argentinos en un lugar privilegiado".
