Las elecciones primarias volvieron a dejar en evidencia a los tribunales federales de Retiro, donde jueces y fiscales están a cargo de las investigaciones contra el poder político y donde los ritmos van variando de acuerdo a los tiempos electorales. Fue una semana de especulaciones, en la que los magistrados reflexionaron sobre el problema de fondo: la eterna atadura de la Justicia Federal al poder político de turno. Así pudo reconstruirlo PERFIL en conversaciones con jueces, funcionarios y fiscales durante los últimos días.
Los resultados de las PASO atravesaron el edificio de Comodoro Py 2002 como un viento frío para muchos magistrados, que en los últimos cuatro años, cuando el kirchnerismo comenzaba a perder el poder y dejaba finalmente el Gobierno en diciembre de 2015, comenzaron a apretar el acelerador en las causas centrales contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, actual candidata a vice de la fórmula ganadora de las primarias.
Desde el lunes, en los tribunales hay dos corrientes centrales: la de preocupación y temor a una “venganza” por parte del kirchnerismo; y la de regocijo por la derrota de Mauricio Macri y Cambiemos. Algunos jueces tienen listos sus trámites de jubilaciones para poder retirarse (los magistrados pueden obtener sus jubilaciones y mantenerse en el cargo hasta que decidan irse). Tal es el caso de Claudio Bonadio, el juez que más avanzó contra Fernández de Kirchner.
Canicoba Corral: "Me parece bien que Fernández quiera revisar algunos fallos"
Rodolfo Canicoba Corral es otro de los jueces que tiene su jubilación otorgada. Se lo vio contento el lunes. Otros magistrados que están en esa situación son el presidente de la Cámara Federal porteña, Martín Irurzun, autor de la “doctrina Irurzun”, que habilitó las prisiones preventivas de los ex funcionarios kirchneristas como Julio de Vido. Pero también los cortesanos Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco; el fiscal Germán Moldes; la camarista de Casación, Liliana Catucci; y varios más.
Otros están un poco lejos de la edad jubilatoria, como el fiscal Carlos Stornelli. El lunes, en despachos y pasillos, algunos magistrados especulaban cuántos años le restan a algunos de sus colegas para poder acogerse a la jubilación ante una posible victoria del kirchnerismo.
Tener la jubilación otorgada ofrece un salvavidas en caso de que se les presentara un problema ante el Consejo de la Magistratura. También una garantía de que, cuando se retiren, cobrarán la jubilación con las ventajas que tiene el régimen que los alcanza actualmente.
Si bien Macri avanzó en la designación de varios jueces clave, hay cargos centrales que quedaron vacantes y que el kirchnerismo podrá designar en caso de ganar las elecciones presidenciales. La Procuración General de la Nación, que lidera el jefe de los fiscales, es uno de ellos.
Terminada la Feria de invierno, se reinician los juicios K en Comodoro Py
El nuevo gobierno asumirá con al menos un juzgado federal disponible: el de Sergio Torres, quien fue a la Corte Suprema bonaerense. Hay otras cinco vacantes en los Tribunales Orales Federales, futuros protagonistas de los casos que ocuparon las noticias en los últimos años, de acuerdo al relevamiento de PERFIL.
La Cámara Federal porteña es otro claro ejemplo. Le sucedió algo similar a Fernández de Kirchner. Cambiemos había avanzado con un concurso para completar vacantes en este tribunal esencial en Comodoro Py, pero nunca concretó las designaciones. Sus integrantes son los jueces que revisan, aprueban o revocan, las decisiones de los jueces de primera instancia. Pueden ordenar un procesamiento o un sobreseimiento; pueden intervenir en la dirección de una investigación y dan el visto bueno para elevar las causas a juicio oral.
Esta semana, algunos jueces y fiscales se lamentaron por “no haber sido capaces” de constituirse como un poder más “independiente” de los tiempos electorales. Recordaron el paso de los “intermediarios” que fueron centrales en la relación con el Ejecutivo en las últimas décadas. Creen que perdieron una nueva oportunidad.