POLITICA
El relato de milei

“Comunión en la ira”: la narrativa con la que el libertario quebró el mapa político

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Euforia. Milei, el domingo último, a su llegada al Hotel Libertador, donde celebró los resultados. | cedoc

Que 7.116.352 de argentinos optaran por Javier Milei en las PASO 2023 generó un shock que atravesó las fronteras. La sorpresa tuvo que ver con varios aspectos, como las bizarras características del personaje o el radical cambio del mapa político dominado por el kirchnerismo, el PRO y sus aliados. Pero hubo algo del aluvión de votos libertarios que no sorprendió: fue el único candidato que logró una conexión directa entre su narrativa y una sociedad que está, básicamente, harta.

La figura de Milei tiene un peso simbólico que va más allá de quienes lo consideraron “un problema” y hasta lo subestimaron desde sus escritorios. Se trata de una figura que a través de gritos y ataques a la “política tradicional” logró “encastrar” con un sentimiento de ira generalizado. Una revolución silenciosa de ciudadanos cansados de la debacle socioeconómica de larga data, y una grieta política que ya no es negocio.

 “La narrativa de Milei fue de las pocas que mostró a sus candidatos hablarle directo a cámara a la población, mientras otros ponían actores contando conceptos elaborados lejos de la realidad”, dijo Lisandro Bregant, experto en narrativas públicas.

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Director de Narraglobal, Bregant analizó la exitosa estrategia comunicacional de Milei basada en la ira, una emoción que lo conectó con la gente de manera directa. “Hay dos vectores: el más visible: el ataque directo a la política tradicional. El otro, menos visible por el sistema político hasta los resultados de las PASO: la comunión con millones de personas que se tradujo en las urnas”.

Milei escribe sus discursos a mano, admite que ahora tiene que escribirlos más largos y evitar el “bulleteado” (la enumeración del contenido en viñetas). “Algún día va a tener un valor histórico”, le dijo a Alejandro Fantino al regalarle el manuscrito del domingo. “El León” se comunica gritando y sin intermediarios.  Está enojado. Y la gente conecta con esa emoción. Esto lo posiciona como una “opción legítima” a ser elegida por los votantes, una de las claves del éxito de su narrativa.

“Milei supo encarnar de forma genuina la bronca profunda. No digitó la bronca en más de siete millones de personas. Se encontró en la misma plaza con ellos. Encastraron”, analizó Bregant. Así creó una “comunidad de creencias” compartidas en la que es el líder, porque abiertamente “lo siente” y la gente le cree, a diferencia de otros candidatos que se basaron en el marketing político, la actuación o el coaching. Un sentimiento de confianza la gente lo materializó a través del voto.

“Saber que tenía que moderar su forma de ser outsider y el sentimiento de bronca encarnado en alguien, que orgánicamente puede interpretar la ira, fue el combo narrativo perfecto para que Javier Milei tuviera todas  las credenciales para ser opción firme en un cuarto oscuro”, indicó el especialista.

El “termómetro” de las redes.

En las redes sociales, un termómetro social en tiempo real, llovieron las críticas de usuarios enojados con los votantes del candidato presidencial que se mostró a favor de la venta de órganos, la libre portación de armas y la dolarización. “¿Qué te hicieron de chico para votar a Milei?”, se preguntó el autor de un tuit que fue viral tras el shock posterior a las PASO.

Las respuestas fueron, al menos, dolorosas: “Mataron a mi viejo”, “vi llorar a mis papas por trabajar todo el día y no llegar a fin de mes”. La mayoría se refirieron a la inseguridad y a la pobreza, dos problemas cotidianos que afectan a los argentinos y que se agudizaron en la última década. Ante esto, el excéntrico libertario que se mostró como “un distinto” resultó atractivo, y redirigió ese malestar a los partidos que gobiernan desde el retorno de la democracia y que, al momento, no lograron resolverlos.

 El “ataque a la casta” política es uno de los ejes de la comunicación de Milei, que involucra tanto al peronismo, como a Juntos por el Cambio. “Es el corazón central de la forma de entregar el mensaje de Javier Milei; con ira dirigida a un grupo específico: la casta. En la noche de los resultados, en su narrativa de escenario, ese grupo específico fue más particularizado: el kirchnerismo”, puntualizó Bregant.

“Milei les hizo creer a esos dos tercios atacados que se trataba de algo entre ellos y Milei. Dedicaron tiempo, recursos y agenda para subestimar a Milei, a bajarle el precio. Entre ellos, con aparato para gobernar y un excéntrico con energía incendiaria que iba a agotarse en sí mismo”, continuó.

Sin embargo, lo que nadie previno, es que en el fondo, los que estaban siendo su-bestimados eran los ciudadanos, agobiados por una crisis social y económica sin precedentes, pero con la convicción democrática de usar el voto como herramienta de cambio, más allá de las implicancias. “En realidad, detrás de esa decisión de campaña” las dos principales coaliciones “estaban minimizando algo más crítico: subestimaron la ligazón de millones con esa bronca y esa ira”, cerró.