La campaña negativa no es una desviación moderna de las disputas electorales actuales, pero hoy vuelve a ocupar un lugar central en el debate interno del peronismo ante la necesidad de construir nuevos liderazgos en un escenario cada vez más hostil. En los pasillos partidarios la definición de lo que se viene circula sin eufemismos: “Es tiempo de depredadores”. En los próximos meses quien quiera ser deberá empezar a asomar. Allí, el mayor desafío será sobrevivir a los cruces internos y externos como recibimiento de una campaña de destrucción.
Para recuperar el poder, el peronismo entendió que deben recuperar el diálogo con el votante al que dejaron de escuchar hace tiempo. Las propuestas deben estar. Pero, en la pelea con el otro, esto importa tanto como quién será el jugador dispuesto a encabezar la disputa.
El mud-slinging (lanzar barro) es una herramienta vieja, estudiada y utilizada desde hace décadas que se fue perfeccionando gracias a que el ataque como estrategia electoral encontró en los últimos años un terreno amigable en los espacios no regulados como las redes sociales. Acá la ausencia de controles y la dificultad para atribuir responsabilidades directas a sus patrocinadores ayudan a que ensuciar al adversario tenga sus ventajas. A esto se le suman los medios de comunicación que ya no tienen inhibiciones en época de campaña en subirse a informes escandalosos sobre algunos postulantes aunque después ninguno termine en denuncias judiciales.
“Va a ganar el que mejor sepa destruir al otro”, admiten en el búnker de Unión por la Patria. Ante este escenario hay experimentados dirigentes que ya advierten que “el 2027 no será para cualquiera”. “¿A cuántos ves que aguanten tres días seguidos en cadena nacional con distintos medios en su contra y se banque ser permanentemente atacado en redes?”, adelanta un peronista sobre lo que será la campaña de la derecha en busca de que Unión por la Patria no vuelva al poder.
Por ahora no hay sorpresas para la renovación. Axel Kicillof movió sus fichas esta semana y se mostró en Formosa en busca de un proyecto federal que le dé voz al interior. El gobernador bonaerense sabe enfrentar campañas sucias. Esto no será un problema para él. Su principal desafío será sobrevivir a la interna con el kirchnerismo y a gestionar dos años más la provincia más grande en medio de una crisis económica que le juega una mala pasada.
“Axel hasta acá les mostró a los bonaerenses que lo que no hacía el Estado nacional lo podía hacer él. Los próximos meses le será más difícil, los números no le permitirán mostrar que la Provincia está cubierta con un escudo”, evalúa un dirigente. Y agrega: “Ante el ajuste que deberá hacer, tiene que cambiar de discurso. Si la Provincia está mal, es por el Estado nacional y esto tiene que quedar claro. La ventaja que puede tener es que habrá muchas provincias con dificultades. Si a una provincia está mal, es culpa de su gobernador, pero si siete, ocho o nueve provincias están mal, se puede demostrar de manera más contundente la culpa de los libertarios. Habrá que esperar a ver su capacidad para sortear los meses difíciles que tiene por delante”.
Quien tampoco le teme a la campaña depredadora es Sergio Massa. Sabe jugar en el barro pero no adelanta nada sobre sus intenciones de ir por una más. No tiene apuro como otros posibles candidatos que deben salir a la cancha a ganar imagen pero debe esperar que el contexto económico marque que su última gestión, al final del camino, puede competirle a la actual. El tigrense sabe medir los tiempos y puede ver pasar a muchos sin alterarse.
El kirchnerismo deberá tener una opción para darle pelea interna a Kicillof. Por ahora no se animan a tener un candidato puro y Cristina Kirchner empieza a mirar a algunos aliados para dar la pelea. En la lista puede aparecer un Sergio Uñac y hasta un Gerardo Zamora.
El exgobernador de San Juan y actual senador fue y vino en su vínculo con la dos veces presidenta pero sabe que sin su apoyo, no llegará muy lejos. Hoy forma parte de un espacio que, sin ser verticalista, la titular del PJ deja crecer. El otro exjefe provincial que acaba de asumir también en el Senado es seguido de cerca desde San José 1111. El santiagueño es un fiel aliado pero no puede aparecer como el representante del kirchnerismo y perder a sus críticos. Su llegada a Buenos Aires lo hará desembarcar en una disputa nacional de la que tendrá que avisar si quiere ser parte. “¿Estos posibles candidatos que no están acostumbrados a que se les ponga la lupa se bancan la campaña que se viene?”, se pregunta un peronista mientras señala cuatro monitores con canales dispuestos a sostener la línea libertaria.
En el peronismo miran al otro lado con cierta ventaja en caso de que Milei llegue con alguna posibilidad de reelección. “Su ventaja es doble: no tiene una familia detrás que no se banque la presión pública y viene mostrando una capacidad de resistencia a los escándalos que ningún otro político tuvo”, admiten.
Y así como desde Unión por la Patria deberán tener un candidato resistente a todo, esperan a ver en las próximas semanas qué pasa con apariciones como la de Dante Gebel. Como pastor, actor y conferencista, respuestas como que no tiene la culpa de ser un bendecido de Dios para justificar su fortuna pueden ser suficientes. Pero para meterse en política necesitará mucho más que las frases que suenan bien que está acostumbrado a lanzar. ¿Cuántos, de un lado y del otro, podrán sobrevivir?
Asoma un nuevo bloque de gobernadores
Dentro de los posicionamientos del peronismo, también resuena con fuerza el pronunciamientro de los mandatarios que el presidente Javier Milei decidió dejar afuera del diálogo con las provincias. El bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela y el fueguino Gustavo Melella se reunieron en la Casa de La Pampa en la Ciudad de Buenos Aires, donde el anfitrión fue el gobernador Sergio Ziliotto. También participó el flamante jefe del Ejecutivo de Santiago del Estero, Elías Suárez. El encuentro fue el martes, cuando el oficialismo estaba cerrando el dictamen de mayoría del proyecto Presupuesto 2026 en la Cámara baja. Anticiparon que sostendrán “una agenda política e institucional en el Congreso Nacional” y buscarán “el intercambio de ideas y los acuerdos necesarios para conformar mayorías, más allá de las pertenencias partidarias o sectoriales”. Un gesto de articulación pero también de negociación. “Seremos parte de toda iniciativa que promueva bienestar del conjunto y rechazaremos todas las que pretendan quitar recursos y derechos a las provincias”, advirtieron.
CFK internada
Cristina Fernández de Kirchner fue trasladada este sábado por la tarde al Sanatorio Otamendi. Según un comunicado presentó “una dolencia abdominal” y luego “médicos concurrieron a su domicilio y, tras una evaluación de rigor, definieron que era necesario una evaluación más exhaustiva en dicho sanatorio”.
“Cualquier novedad será comunicada a través de partes médicos de la institución”, informaron desde San José 1111.