Luego de los festejos, la presidenta electa Cristina Fernández se escapó el miércoles junto a su marido, el actual mandatario, Néstor Kirchner, a descansar a El Calafate. Pero no todo es relax. Mientras se mantiene recluida, diagrama su futuro gabinete y medita cómo administrará el mayor poder que un gobierno haya acumulado en esta etapa democrática.
A partir del 10 de diciembre, la actual primera dama contará con el apoyo de 19 de 24 gobernadores, 741 de 1.385 intendentes, 815 de 1.174 legisladores provinciales, 47 de 72 senadores nacionales y 161 de 257 diputados nacionales, según consignó hoy el diario PERFIL.
En el plano económico, durante 2008 la administración K tendrá a su disposición 240 mil millones de pesos de las arcas públicas; dinero que podrá ser manipulado, con quórum propio, en el 80 por ciento de los parlamentos del país.
A pesar de la publicitada Concertación Plural y el discurso institucionalista y superador de la Primera Dama apenas conseguido el triunfo electoral, el diseño del gabinete no implicaría muchas modificaciones en relación al núcleo duro de la administración con el sello K, aunque los radicales K jugarán un rol importante en el entramado del poder kirchnerista.
Mientras tanto, los funcionarios de la primera plana K esperan eventuales convocatorias, con orden de no cerrar los celulares.
Todo apunta a que Carlos Zannini seguirá siendo el cerebro jurídico; Alberto Fernández, el operador de mayor confianza; Jorge Taiana deberá darle relieve internacional a la gestión y Alicia Kirchner podría ser la superministra de Salud y Acción Social, el caso de Julio De Vido, es uno de los pocos que representa un gran enigma.