Los sindicalistas más cercanos a la Casa Rosada vieron como "positivo" que el Gobierno haya aumentado un 20 por ciento el mínimo no imponible para tributar el Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, creen que ese alivio fiscal para los trabajadores es insuficiente ante la escalada de la inflación y el inicio incierto de las paritarias.
El metalúrgico Antonio Caló, titular de la CGT oficialista, fue el único referente sindical que evitó hacer declaraciones públicas sobre los anuncios de la Presidenta. Es que la central obrera allegada al kirchnerismo, como los gremios disidentes, reclamaban un aumento no menor del 25 por ciento de incremento del piso no imponible.
El titular de la CTA oficialista, Hugo Yasky, aseguró hoy que el incremento de la base no imponible de Ganancias "no alcanza" y remarcó que "lo ideal hubiese sido 25 por ciento" de incremento.
"Sabemos que no alcanza", reconoció Yasky. "El 25 por ciento hubiese sido el número ideal, pero es un paso positivo, porque hubiese sido muy malo discutir paritarias sin saber el número de la actualización", enfatizó.
El dirigente sindical formuló estas declaraciones luego de reunirse con el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, quien más tarde participó de un encuentro con los líderes de la CGT Y CTA opositoras, Hugo Moyano y Pablo Micheli.
En la misma línea, el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, remarcó que están "muy contentos" con la suba del mínimo no imponible. No obstante, advirtió que debe haber "una reformulación de la política impositiva salarial" para que "la sociedad salarial no pague este impuesto, porque ya paga IVA".