La inercia del gobierno de Javier Milei para acercarse a Estados Unidos resultó en una seguidilla de encuentros bilaterales de alto nivel en ambos extremos del hemisferio en apenas dos meses de gestión. Buenos Aires fue la sede de una de las visitas más trascendentales: Brian Nichols, subsecretario de Estado del Hemisferio Occidental, pisó la capital argentina para reunirse con ministros, sindicalistas y organizaciones de derechos humanos y empresariales, en un contexto marcado por el debate parlamentario por la ley ómnibus de reforma del estado, un tema que no le es ajeno a Washington.
Nichols ostenta uno de los cargos más altos del organigrama que conduce Antony Blinken, el jefe de la diplomacia estadounidense que también piensa en viajar a la capital argentina previo al encuentro entre Milei y Joe Biden en la cumbre de G20 de noviembre en Brasil.
Tanto que se encarga de "guiar" las operaciones diplomáticas del gigante norteamericano con sus vecinos del continente, un asunto que cobró relevancia ante el avance de otras potencias comerciales que, interesadas por explotar las altas reservas de recursos - con énfasis en el litio-, le disputan su histórico liderazgo en la región.
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El respaldo a la propuesta de Milei
Durante tres frenéticos días, el funcionario de la cancillería estadounidense hizo de todo. Además de comer asado y probar vino argentino, tuvo un mano a mano con Javier Milei un día antes de que éste partiera hacia Israel, Italia y Vaticano. Después se reunió con las ministras Patricia Bullrich (Seguridad) y Diana Mondino (Exteriores y Culto), y sus pares Luis Petri (Defensa), Luis Caputo (Economía), Mariano Cuneo Libarona (Justicia).
Consciente del espiral inflacionario local -que tocó un pico de 25,5% en diciembre pasado-, Nichols no dudó en expresar su fuerte respaldo a Milei y su controversial propuesta de reforma del estado. "Es necesario un cambio de era. Argentina no puede seguir con la crisis y una década sin crecimiento económico e hiperinflación", dijo Nichols en un fluido español, en una rueda de prensa a la que asistió PERFIL.
"Es algo clave para el futuro. Argentina ha enfrentado varias crisis económicas en los últimos años, así que es esencial un cambio para no tener que recurrir al FMI y otras instancia", agregó el enviado de Joe Biden desde el Palacio Bosch, donde fija residencia el embajador estadounidense.
Derechos humanos e Israel
Otras dos áreas que Nichols hizo énfasis fue en materia de derechos humanos y combate a la crisis climática, dos temas que, más allá de la práctica, Estados Unidos sostiene como parte de los valores que cimientan la democracia liberal.
"Estoy muy bien impresionado (...) con el gobierno por colaborar con la defensa a la democracia alrededor del mundo, compromiso con el cambio climático, los derechos humanos, combatir el crimen transnacional, y de proteger a las personas más vulnerables mientras siguen un proceso de ajuste para atender las necesidades económicas del país", agregó.
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Se trata de un dato no menor considerando el discurso oficial de "mano dura" y la Doctrina Chocobar, sostenidos por Bullrich. En ese sentido, Nichols depositó su confianza en la ministra de Seguridad y, tras la bilateral, reafirmaron la "importancia de respetar los derechos humanos y derechos fundamentales", en el marco del combate al crimen transnacional, el narcotráfico y las bandas criminales.
"Es algo que si se puede lograr sin violar los derechos fundamentales de las personas, pero requiere de recursos capacitación y un compromiso con la constitución", advirtió.
Para reforzar ese punto, Nichols sostuvo además simbólicos encuentros con referentes de organizaciones de derechos humanos como CELS y Abuelas, considerando las agresiones del presidente argentino a periodistas o su postura que relativiza el terrorismo de estado en la última dictadura.
Por otro lado, el funcionario celebró el anuncio de Milei sobre el traslado de la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un territorio en disputa con Palestina que permanece bajo ocupación israelí de manera ilegal, un status que no es reconocido por la comunidad internacional, con excepción de Estados Unidos, Guatemala y Papúa Nueva Guinea.
"Estamos muy contentos de tener la embajada en Jerusalén y siempre es bueno tener a un país amigo de vecino", dijo Nichols, en relación al traslado diplomático que impulsó Donald Trump en 2017 y que Biden sostuvo desde entonces, a pesar de la polémica que suscitó.
"Compartimos información y trabajamos conjuntamente para prever un atentado por parte de grupos terroristas", añadió, en relación a la guerra en la Franja de Gaza.
Nueva política exterior
El drástico realineamiento en materia de política exterior fue uno de los ejes de la agenda de Javier Milei en sus primeros dos meses como presidente. Su postura pro Estados Unidos y anti "estados comunistas" quedó manifiesta poco antes de asumir el poder, cuando viajó con una comitiva a Washington para aceitar el vínculo con los altos funcionarios del país que fuera elegido su socio estratégico, en el marco de su cruzada liberal libertaria y "anarco capitalista".
Su postura, en tanto, fue reforzada por sus funcionarios de máxima confianza, como Nicolás Posse, que desembarcó en EEUU previo al viaje de Nichols. Y facilitó el último desembolso del FMI de 4.700 millones de dólares para "respaldar el programa económico" y cumplir con otros vencimientos de deuda.
CD / ED
