Después de más de un mes de polémica, diputados nacionales oficialistas y opositores llegaron a un principio de acuerdo para avanzar con sesiones virtuales en la Cámara de Diputados a partir de la semana que viene. Primero deben consensuar un protocolo de funcionamiento de las sesiones virtuales o mixtas ( algunos en el recinto y otros en remoto, por ejemplo) y luego aprobarlo en la comisión de Peticiones, poderes y reglamento.
El paso siguiente, y que más tensiones venían generando, es que la modificación al reglamento provisoriamente surja de una resolución del presidente de la Cámara, Sergio Massa, y que sea refrendada por todos los presidentes de bloque, en la que se habiliten este tipo de sesiones excepcionales por un mes, prorrogable. El temario recién será puesto en debate de los jefes de bloque el próximo jueves, aunque se espera que esté presente el impuesto a las grandes fortunas, pese a que oficialmente todavía no fue presentado el proyecto por parte del oficialismo.
También se prevé que el Senado, donde este martes la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Kirchner, se reunirá con los jefes de bloques de esa Cámara, siga con la misma estrategia, según lo que explicó el propio Massa.
El titular de Diputados fue el encargado de anunciar el principio de acuerdo una vez terminada la reunión. El consenso se destrabó luego de que se le decidiera otorgar el carácter de “excepcional” al cambio reglamentario y con la firma de todos los bloques. Para Juntos por el Cambio es un punto clave que no quede el precedente de que el titular de la Cámara puede cambiar el reglamento con su sola firma. Y tampoco quieren que se incorporen las sesiones virtuales sin un profundo debate de cuándo se pueden utilizar, por eso la excepcionalidad acercó diferencias.
Por otra parte, se decidió que este miércoles se reunirá la comisión de Peticiones (no lo hace desde diciembre), para analizar y aprobar el protocolo de sesiones mixtas o remotas que está armando la Comisión de Modernización. Un eje clave del acuerdo político es que el primer punto que se votará en la sesión es el apartamiento del reglamento, lo que necesita una mayoría calificada de tres cuartos de los votos, tal como lo establecen el artículo 127 y 128 del reglamento.
Tras el fallo de la Corte, Cristina avanza con las sesiones online para el Senado
El acuerdo político, en este punto, es clave para bajar todo tipo de litigiosidad futura. Una sesión virtual sin modificar el reglamento o sin el acuerdo político necesario para que la Justicia no interprete que se vulneró su espíritu podría llevar a la judicialización de todo lo que se apruebe. De hecho, desde el oficialismo venían acusando a la oposición de plantear reparos a la sesión virtual para no debatir el impuesto a las grandes fortunas (todavía no se debatió puertas adentro, aunque prima una postura intermedia con un impuesto que pueda deducirse en inversiones). Mientras que Juntos por el Cambio respondía que el Frente de Todos no quería abrir el Congreso.
Tras más de cuatro horas de reunión de Labor Parlamentaria, Massa y los presidentes de todos los bloques debatieron sobre las diferentes alternativas para sesionar, una necesidad en la que todos dicen estar de acuerdo pero sin coincidir en el cómo. La mesa del interbloque de Juntos por el Cambio se había reunido en la previa y decidió llevar una propuesta de tener una sesión exprés esta semana, con apenas 130 diputados, para votar el cambio de reglamento y habilitar las sesiones virtuales o mixtas.
Sin embargo, el oficialismo no aceptó la propuesta, porque no cree prudente movilizar a legisladores del interior y poner al personal de la Cámara a trabajar en un contexto que podría ser riesgoso por la pandemia. Gran parte de los legisladores de Juntos por el Cambio, en cambio, ya se movilizaron en autos desde sus provincias para estar este martes en una reunión del interbloque donde pondrán en consideración la negociación en marcha y se definirá la postura a seguir. Una reunión que será la primera después de que algunos diputados del PRO y la UCR apoyaran una propuesta para sesionar virtualmente junto a otro bloque opositor. Por las dudas, si el acuerdo no prospera ya venían amenazando con convocar a una sesión en minoría el miércoles.
Eso hubiese significado armar una sesión, aunque sea reducida. Y justamente, una de las autoridades que expusieron en la reunión fue Marcelo Halac, Director Médico de la Cámara, quien desaconsejó que se realice una sesión presencial, porque involucra a unas 600 personas, entre los 257 diputados y el personal del cuerpo. “Si fuera definida la realización de una reunión presencial”, aclaró, “se debieran definir pautas de trabajo que permita conservar el distanciamiento social de 2 metros”.
La discusión de fondo es si para tener sesiones virtuales hace falta un cambio en el reglamento de la Cámara de Diputados o no. El artículo 14 sostiene que “los diputados no constituirán Cámara fuera de la sala de sesiones, salvo los casos de fuerza mayor”. La primera discusión: ¿la pandemia es una razón de fuerza mayor? Ahí ya hay algunos que discuten que el Poder Legislativo es una actividad esencial más y que, por ende, tiene el mismo tratamiento que todos aquellos trabajadores que salen a diario a la calle. Sin embargo, desde la propia oposición hay quienes reconocen que hay una situación y un protocolo sanitario que amerita que se considere el contexto como un momento de fuerza mayor.
No obstante, allí entra una segunda discusión. ¿Cómo se reglamenta el funcionamiento de una sesión virtual? En lo que en la oposición no dudan es que el reglamento de la Cámara establece todo un funcionamiento de las sesiones que se da siempre de manera presencial, por lo que hay cuestiones elementales a resolver: desde cómo se acredita la identidad de los diputados hasta cómo se pide la palabra. Por esa razón, la comisión de Modernización ya viene debatiendo un protocolo que establece cada uno de los pasos formales para una sesión virtual. En la última carta que Juntos por el Cambio le envió a Sergio Massa incluyeron una larga lista de preguntas que fueron tomadas y respondidas por la titular de la comisión, Daniela Vilar.
La tercera discusión, entonces, gira en torno a cómo se incorpora ese protocolo al reglamento. Desde Juntos por el Cambio llegaron a la reunión de Labor Parlamentaria insistiendo con que es necesario aprobarlo en una sesión presencial, tal como lo dispone el propio reglamento. Para eso, propusieron una sesión reducida, con apenas el número necesario para el quórum, con representación proporcional de todos los bloques, para respetar el distanciamiento y limitarse a aprobar el protocolo. Pero el Frente de Todos lo rechazó. Desde el oficialismo, en tanto, Massa ya había propuesto un borrador de resolución, que con su firma, modificaría el reglamento. Incluso, ese texto incluía un artículo en el que se suspende la aplicación del artículo 227 hasta que lo refrende el pleno en la siguiente sesión presencial. Ese artículo 227 es el que fija cómo debe modificarse el reglamento. Se terminó acordando que sea a través de una resolución de Massa pero refrendada por todos los bloques.
Por ahora primó la paz, hay un principio de acuerdo y la semana que viene volverían las sesiones a la Cámara de Diputados. Sería, como se viene debatiendo, con los presidentes de bloque en el recinto y el resto de los diputados de manera virtual.
GZ / DS