El dato surge de una encuesta realizada por Transparencia Internacional difundida hoy, a propósito del Día mundial de la lucha contra la corrupción: seis de cada diez argentinos cree que aumentó.
Según los números, en Argentina el 62 por ciento de los encuestados le apuntó a los partidos políticos y a los funcionarios públicos. Son los más perjudicados. Pero el relevamiento también incluyó a otros órganos de poder como el Congreso, la Policía y el Poder Judicial.
El sondeo fue elaborado por el Barómetro Global de la Corrupción 2010 y detalla, en primer lugar, cuáles son los sectores más cuestionados por los encuestados; pero también, cuáles son los esfuerzos que hacen los gobiernos para combatir los niveles de corrupción. El estudio se llevó a cabo entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de este año y abarcó a 86 países e incluyó a 91 mil personas.
De los números se desprende que el 77 por ciento consideró ineficientes los controles del Gobierno pero dejó un margen para el optimismo: el 90 por ciento de las opiniones coincidió en que la gente común puede lograr un cambio comprometiéndose contra la corrupción. Ésta fue la primera vez desde 2003 que se incluyó la pregunta al respecto.
El director ejecutivo de Poder Ciudadano, Hernán Charosky, contrastó estos resultados con los que presentaron en 2005 "cuando los ciudadanos consultados reflejaron que podía haber políticas anticorrupción".
Según el representante de la ONG, "el decreto 1172 de acceso a la información, las acciones de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y las iniciativas de la Subsecretaría para la Reforma Institucional se vieron reflejadas positivamente en esa ocasión, contrariamente a lo que sucede ahora".
Sin embargo, desde la asunción de Aníbal F. en la jefatura de Gabinete, el acceso a la información pública experimentó varios cuestionamientos: desde el polémico bloqueo al sitio del área hasta la violación por parte del Gobierno nacional del decreto firmado por Néstor Kirchner que obliga a los organismos públicos a brindar datos.
La corrupción "argenta" en WikiLeaks. El escándalo diplomático que por estos días preocupa a Estados Unidos por la filtración de más de 250 mil cables confidenciales de las embajadas de ese país en todo el mundo dejó ver, entre otras cuestiones, las advertencias por los niveles de corrupción en Argentina.
Uno de los documentos publicados en WikiLeaks muestra el llamado de atención de los norteamericanos por los controles "laxos" que realiza el Gobierno argentino en causas de corrupción y lavado de dinero. Según consta en el cable, "Los Kirchner y su círculo tienen mucho que ganar si continúan manteniéndose" de la misma manera.
Pero no es el único documento, de los conocidos hasta ahora, que trata la mirada externa. España había advertido al gobierno de Estados Unidos sobre los niveles de corrupción en nuestro país.
En los últimos tres años -período en los que se desarrolló el estudio-, los escándalos de corrupción no dejaron de sucederse en la era K. Se cuentan, entre otros, los cuatro procesamientos al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime; la salida urgente de Pepe Albistur de la secretaría de Medios, acusado por actividades incompatibles con su función; y otros hechos que trascendieron por escandalosos: la llegada del valijero venezolano, Guido Alejandro Antonini Wilson, el financiamiento de la campaña de CFK, y el enriquecimiento ilícito de los secretarios privados de los Kirchner.
