El multitudinario acampe en la 9 de Julio que se vio el martes 15 y las distintas marchas terminaron de definir el plano de los movimientos sociales y sus vínculos con el Gobierno. Mientras el Movimiento Evita respalda constantemente a Alberto Fernández, las organizaciones de izquierda no cesan en su reclamo.
La jornada de estos días está encabezada principalmente por las columnas del Polo Obrero, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL).
Si bien se movilizan por distintos sectores de la Ciudad de Buenos Aires, y van a distintos organismos, el reclamo es por mejoras en los salarios y mayores partidas presupuestarias. El reclamo de ayer frente al edificio del Ministerio de Desarrollo Social cargaba directo contra Alberto Fernández y el ministro Juan Zabaleta.
“Con 16 mil pesos no comemos, Alberto”; “Zabaleta, basta de polenta”, reclamaban algunos carteles sobre las carpas que estaban en señal de protesta, sobre la avenida más ancha. Los voceros de los manifestantes señalaron que van “a marchar al Ministerio de Trabajo a exigir al Consejo del Salario un salario mínimo igual a la canasta familiar".
En tanto, en el Gobierno enfatizan que el corte de calles no es la forma de llevar adelante estos reclamos.
A estos se suman el bloque Unidad Piquetera como el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR); MTR- Votamos Luchar; C.U.Ba-MTR; Bloque Piquetero Nacional; la Agrupación Armando Conciencia; MTR 12 de Abril; Frente de la Resistencia; el Movimiento Territorial Liberación (MTL).
¿Quiénes están detrás de las protestas?
Uno de los voceros que tiene está jornada de lucha es Eduardo Belliboni, referente bonaerense del Polo Obrero. Es electricista, maestro y militante del Partido Obrero, que trabaja en la coordinación territorial. En una entrevista con El Diario Ar definió al ministro de Economía, Martín Guzmán como “una copia berreta de la teoría del derrame”.
“Tenemos los precios de alimentos aumentados sistemáticamente y un panorama que va a agravar la situación. Muchos compañeros vuelven a su casa y no tienen para poner un plato de comida. El salario mínimo está por debajo de la indigenica”, remarcó en estos días de protesta para explicar la lucha que llevan adelante.
Desde la organización que Belliboni integra destacan que aún siguen trabajando en su oficio, además de participar de distintos talleres de trabajo del Polo Obrero como de las actividades que se organizan.
“Pedimos que se duplique el Salario Mínimo Vital y Móvil en el contexto de la emergencia”, remarcó. “Tiene que ser por encima de la Canasta Básica porque si no establecemos que en la Argentina el que tiene un trabajo es pobre”.
Una huelga de hambre que terminó
Otra de las figuras detrás de las protestas es Raúl Castells, histórico dirigente del MJS. Se trata de un viejo conocido en la cultura piquetera que durante la década del 90 y el principio del 2000. En uno de esos reclamos, tomó un local de McDonald's para exigir que se entregaran combos para los chicos que no tenían comida.
Otro de estos hechos fue en reclamo con una cadena extranjera de supermercados a la que le bloqueó la salida porque no distribuía los alimentos entre los más pobres. Estos episodios lo llevaron a pasar varios días en prisión. Pero eso tampoco lo liberó del reclamo.
Castells estuvo durante más de 20 días con una huelga de hambre en prisión. Eso lo llevó a terminar internado. Pasada esta etapa se instaló en Chaco. Eligió el barrio popular Che Guevara. Desde ahí empezó a tender puentes entre el MJS las distintas organizaciones de desocupados como Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y el Polo Obrero.
En estos días el MJS cortó el Acceso Oeste, Rivadavia y Puente Pueyrredón. Él explicó que lo hacían en reclamo contra “este Gobierno y su decisión de quitar planes sociales y alimentos a 10 mil comedores y merenderos”.
"Nos hacen pagar el pato a nosotros. Los pibes ya no piden un desayuno o una merienda o desayuno, sino comida", dijo a la agencia Noticias Argentinas. "Queremos una reunión con el Gobierno, aumento de jubilaciones y planes sociales y que no apliquen el acuerdo con el FMI a todo el pueblo argentino. Sino, vamos a acampar en los accesos", sumó.
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