La presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, defendió la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, una de sus primeras decisiones de gestión, por ser el desarrollo en estas áreas una "necesidad" para sostener el crecimiento económico a largo plazo. Fue al encabezar, junto a su esposo, el presidente Néstor Kirchner, la entrega de los "Premios Bernardo Houssay" a la investigación en ciencia y tecnología, edición 2007.
"La decisión de crear un ministerio específico para la ciencia y la tecnología es algo más que una decisión de organización: es una señal muy clara a la sociedad argentina de lo que necesitamos en esta etapa de crecimiento económico", dijo Cristina en el Salón Sur de Casa de Gobierno, en oportunidad de un acto de entrega de premios a científicos.
Cristina Kirchner recordó que cuando su hijo Máximo advirtió que un biólogo genetista -Lino Barañao- sería nombrado ministro evaluó que "algo está cambiando en la Argentina para que un genetista sea ministro".
Los premios Houssay -bautizados así en honor al médico argentino que en 1947 ganó el premio Nobel por su aporte al conocimiento de los procesos metabólico- galardonan, en los distintos rubros, a un investigador jóven, uno consolidado en su carrera y a uno por su trayectoria. El espíritu del premio, entregado por el Presidente por primera vez en sus cinco ediciones, es el reconocimiento "de las contribuciones de los investigadores argentinos a la producción de nuevos conocimientos, nuevas tecnologías y a la formación de recursos humanos", según señaló un comunicado del Ministerio de Educación.
Se entregaron 15 distinciones en los campos de ciencias Agrarias, ingenierías y de materiales; ciencias biológicas y de la salud; ciencias exactas y naturales; ciencias sociales y humanidades y desarrollos tecnológicos. Entre los premiados a la trayectoria, figuró Osvaldo Canciani, premio Nobel de la Paz 2007 junto al ex presidente norteamericano Al Gore, por su trabajo en el Consejo de Cambio Climático de la ONU.
El ministro Daniel Filmus por su parte, destacó la recuperación de la ciencia argentina tras el duro golpe que supuso la llamada "noche de los bastones largos", ocurrida en 1966 cuando el gobierno de facto expulsó de la vida académica y científica a 1700 científicos.
En contraposición a esa noche nefasta, Filmus mencionó que desde la asunción del actual Gobierno se incorporó año tras año, 500 nuevos científicos y 1.500 becarios al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
"En la década del 90, pese a que creció el producto bruto interno, la producción científica decayó en la Argentina, con lo cual no es suficiente el crecimiento económico, también es necesaria una política aplicada al área", afirmó el ministro y futuro senador por la ciudad de Buenos Aires.
El presidente del Conicet, Eduardo Charreau, agradeció los esfuerzos del Gobierno para recuperar el organismo y mencionó que su función frente al organismo implicó "un honor, un compromiso y, a menudo, un placer".
Fuente: Télam
