Saludar, sonreír, filosofar, elogiar a Néstor Kirchner e irse, con la convicción de haberse sacado un peso de encima. Así fue este jueves para la candidata presidencial por el kirchnerismo, Cristina Fernández, que visitó Entre Ríos y Córdoba, dos lugares que viven una realidad social y política candente. Pero la campaña K, si bien cumplió con las visitas, no dejó allí más que filofóficos consejos. Las palabras Botnia y Schiaretti (que juesto ayer fue reconocido por la justicia cordobesa como ganador de las elecciones màs escandalosas de la historia mediterránea) no estuvieron en los discursos. Así pasó, entonces, la candidata K: sin hablar de papeleras en Entre Ríos y sin hablar del nuevo mandatario en Córdoba.
"Es necesario que los propios cordobeses reconstruyan en sí mismos la confianza y que sepan que la división, la pelea y el agravio no puede seguir durante mucho tiempo", afirmó Cristina, al aludir al conflicto en esa provincia por el polémico escrutinio que finalizó hoy con el triunfo de Juan Schiaretti en los comicios para la gobernación.
En su segundo acto en una semana en territorio cordobés, donde el kirchnerismo quedó divido al enfrentarse juecistas y delasotistas por denuncias de fraude en las últimas elecciones a gobernador, la candidata del gobierno optó por enviar un mensaje de unión a los cordobeses, en un intento de sumar votos a su favor a 10 días de las elecciones presidenciales.
Cristina encabezó esta noche un acto en la sede de la Vieja Usina, en el barrio céntrico Alberdi, donde se mostró nuevamente con su compañero de fórmula del " radicalismo k", Julio Cobos, el intendente electo, el juecista Daniel Giacomino y los candidatos a diputados nacionales que encabeza la legisladora Patricia Vaca Narvaja.
"La concertación plural tiene que ver con el aprendizaje histórico de mi generación, sobre como nos fue a los argentinos cada vez nos dividieron" y que "alguien dijo que un radical, o un peronista era enemigo", enfatizó. La candidata por primera vez se refirió al escándalo por las denuncias de fraude electoral presentadas por el intendente de Córdoba, Luis Juez contra el candidato a gobernador delasotista, Juan Schiaretti, a quien hoy, después de 46 días de recuento oficial, la justicia terminó proclamando gobernador.
La primera dama destacó en su discurso -mientras era escuchada desde el escenario por Cobos y desde la primera fila de espectadores, por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández- que los cordobeses "tienen una larga tradición de lucha, de dignidad, de educación, de cultura".
Tras elogiar la recuperación lograda por el gobierno de su esposo, Néstor Kirchner y "el crecimiento de la economía, durante 57 meses consecutivos", Cristina aprovechó la oportunidad para volver a cuestionar al Fondo Monetario Internacional y la política de los '90. " No hay proyecto nacional posible si al resto le va mal, eso fue la década del '90, donde a unos pocos le iba mejor y a muchos cada vez peor", enfatizó.
Recordó que "era una Argentina en la cual cada tanto, una misión del FMI venía a dictarnos cátedra sobre cómo debíamos conducir el destino de Argentina". " Había que pedir permiso para hacer obra pública, porque el Fondo consideraba un gasto improductivo. Esa parece una Argentina lejana, irreconocible en estos días, pero no está tan lejos, hace cuatro años y medio que la dejamos atrás", afirmó.
En consonancia con el discurso pronunciado por su marido en Casa Rosada, Cristina agregó que el presidente Néstor Kirchner "pudo haber seguido siendo presidente de todos los argentinos (pero) dio un gesto" ya que "nadie se quiere ir de ningún lado" en esta Argentina. " Tal vez marque un hito importante en la historia de los argentinos", enfatizó la candidata presidencial, y convocó a todos al proyecto de "la concertación plural, del trabajo y la produción para profundizar este cambio iniciado el 25 de mayo de 2003". Todo bien K.
Fuente: DyN