Esta tarde, desde el Estadio Nacional de Hurlingham y por cadena nacional, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un breve acto por el Día de la Bandera. No hubo ni multitud peronista, ni bombos, ni proliferación de funcionarios, sino niños que la escucharon hablar de la figura de Manuel Belgrano y dieron su juramento a la bandera. La exaltación de los últimos actos públicos estuvo lejos.
Fue una sola la frase que usó con los niños y podría aplicarse al conflicto del campo, que ya lleva 101 días: “Por ahí cuando tenemos algo en la mano y tenemos que compartirlo con los demás” por el bien de todos, remarcó y cerró a viva voz: Viva la patria, viva el día de la Bandera y viva el futuro de nuestro país”.
La Presidenta permaneció durante la mañana en la residencia de Olivos, analizando con sus colaboradores la evolución del prolongado conflicto con el campo y otros temas de Estado.
En principio, Cristina Fernández tenía previsto encabezar el acto en Rosario, donde el pasado 25 de Mayo el campo y la oposición reunieron a una multitud. Pero pegó el faltazo. Desde el Gobierno no se dieron informaciones sobre los motivos de la suspensión de la visita. En su lugar, el gobernador santafesino, Hermes Binner, encabezó la ceremonia frente al Monumento a la Bandera, a orillas del río Paraná.
Fuente: DyN