Al día siguiente de las elecciones estadounidenses, la Casa Rosada se apuró en dar a conocer una
carta en la que Cristina Fernández de Kirchner felicitaba a Barack Obama por su victoria en las
elecciones presidenciales estadounidenses. La carta era corta: tenía un solo párrafo de siete
líneas (más allá del nombre de Obama, el membrete de presidencia, la firma de Cristina y la fecha).
A pesar de lo breve, la carta contiene varias errores, según pudo constatar
Perfil.com al consultar a un especialista en corrección idiomática.
La primera está en la fecha de la carta, donde el mes, noviembre, figura con mayúscula. A
diferencia del inglés, idioma en el cual los meses sí se escriben con mayúscula, en castellano los
nombres de los meses comienzan con minúscula. Así, la carta comienza diciendo, "Buenos Aires,
Noviembre 2008" cuando debería decir "Buenos Aires, noviembre 2008".
El siguiente dislate ortográfico aparece en el título con el que se designa al demócrata.
Debajo del nombre "Barack Obama", la presidenta argentina escribió "PRESIDENTE-ELECTO". El problema
está en que el guión entre "presidente" y "electo" está mal utilizado en el idioma español, donde
debería escribirse "presidente electo": En inglés, en cambio, sí se escribiría con guión
("President-elect"). Es un error del tipo cometido por los traductores electrónicos que se
encuentran en internet.
Un tercer error aparece cuando Cristina Fernández de Kirchner habla del "Pueblo Americano",
haciendo uso de mayúsculas para comenzar tanto la palabra "pueblo" como "americano". Según las
reglas del idioma español, no existe ninguna razón que justifique semejante uso de las mayúsculas,
pero puede llegar a entenderse en caso de existir un deseo por enfatizar algo por parte de quien
escribe la misiva.
Dos líneas más abajo, Cristina Kirchner abusa del uso de la mayúscula para enfatizar al
hablarle a Obama de "su País" (por Estados Unidos). Allí, la Presidenta una vez más echa mano a una
mayúscula que, ortográficamente, no corresponde utilizar.
Son muchos errores para una carta tan corta. O quizás en el apuro por ser uno de los
primeros mandatarios en felicitar a Obama, la presidencia envió un borrador y no la versión
original.