Cristina Kirchner tuvo cruces con senadores de la oposición cuando les impidió leer sus intervenciones, durante la sesión por la reforma de las jubilaciones de privilegio de jueces y diplomáticos.
La vicepresidenta tuvo el primer cortocircuito con Mario Fiad, representante de la provincia de Jujuy, quien pidió una cuestión de privilegio para replicar una acusación por la situación de Milagro Sala.
El reto llegó cuando Fiad empezó a leer su exposición: “El artículo 196 del reglamento prohíbe la lectura, salvo el uso durante cinco minutos que pueden hacer cuando se está debatiendo un proyecto de ley. Para cuestiones de privilegio o fundamentaciones no corresponde la lectura”.
“A partir de los cinco minutos de lectura, voy a cortarles el audio”, les advirtió Cristina Kirchner, que conduce las sesiones como titular del Senado. “Siempre he respetado el reglamento. Así que, como lo respeté cuando era senadora, en momentos bastante más graves para quien los habla, lo voy a hacer respetar ahora”, les dijo.
La vicepresidenta, que en rigor tiene que conducir la sesión, intervino varias veces para hacer acotaciones, incluso cuando hablaban integrantes del bloque oficialista, como José Mayans. Al legislador de Formosa lo corrigió cuando se refirió al valor del precio del petróleo.
Al radical Luis Naidenoff le contestó con ironía cuando el senador dijo que había cuestiones de privilegio que ameritaban la lectura. “No abuse de la inteligencia de sus colegas”, le dijo, según reprodujo la agencia NA.
En otro tramo de la sesión, Cristina Kirchner cortó tajante una discusión: “Vamos a votar y punto”. La sesión tuvo algunos tramos entre graciosos y de tensión cuando expuso Mayans. El formoseño se rió cuando le salió presidente para referirse a Cristina Kirchner y se autocorrigió enseguida: "Perdón, presidenta, es que me cuesta todavía". Luego, la propia CFK le pidió que volviera al eje de la discusión cuando Mayans se puso a hablar de coronavirus.
MC