“Yo trabajaba en el Ministerio de Economía, pero iba todos los meses a Avellaneda, a la sede de la UTN (Universidad Tecnológica Nacional), a cobrar el cheque”, cuenta Juan. El caso de este ex empleado del organismo, que no quiso dar su nombre real, es uno de los seis relevados por Perfil que demuestran que detrás del ímpetu del Gobierno por blanquear a los trabajadores se esconde una trama de contrataciones irregulares en el propio ámbito estatal.
En el Ministerio de Economía, comandado por Carlos Fernández, Perfil relevó cinco casos entre empleados y ex empleados que firmaron un contrato, sobre la base de un convenio con una facultad de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que presenta graves irregularidades. Con un sueldo mensual de $1.600 por mes, $400 más que el salario vital y móvil, los aportes jubilatorios, de ART y de obra social corren a cargo de los “pasantes”.
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