Tras el nuevo escándalo por el caso AMIA, la presidenta Cristina Kirchner retomó ayer su actividad y volvió a omitir el tema, a sólo horas de que el fiscal que la llamó a indagatoria, Alberto Nisman, se presente en el Congreso, para dar detalles de su acusación por encubrimiento.
La mandataria recibó ayer en su despacho de la Quinta de Olivos al economista francés Thomas Piketty, crítico de los fallos sobre los fondos buitre, y autor de unos de los best seller del momento: El Capital en el Siglo XXI. El economista ya había estado reunido con el ministro Axel Kicillof y con Alejandro Vanoli, titular del Banco Central.
Esta semana, CFK sólo se refirió al atentado en la AMIA por Twitter, cuando posteó una foto en uno de los actos por un nuevo aniversario frente a la mutual judía, y luego cuando retuitió un comunicado de la Cancillería negando que el Gobierno haya pedido a Interpol el levantamiento de las alertas rojas a los iraníes imputados por la Justicia. En su acusación el fiscal Nisman destaca que parte del plan de encubrimiento consistía en levantar esas órdenes de captura internacional. De esto brindará un informe mañana en el Congreso, donde lo esperan diputados opositores y oficialistas a puertas cerradas.
En este contexto, una encuesta de Ipsos para PERFIL muestra que seis de cada diez encuestados no cree que se condene a los culpables del atentado y el 44% consideró negativo el Memorándum que firmó el Gobierno con Irán.
Cuando se indaga en profundidad, el sondeo da cuenta de que el 42% ve como “algo improbable” una condena a los responsables, mientras que el 19% lo considera “muy improbable”. Otro aspecto considerado fue el accionar del Gobierno en la causa AMIA. Según Ipsos, casi la mitad de los encuestados lo calificó como “malo” y sólo el 30% como “bueno”.
Hubo paridad (51% y 49%) entre quienes creen que el Gobierno firmó el Memorándum con Irán para “encubrir a los acusados” y entre los que opinan que se rubricó para “encontrar a los culpables” del atentado terrorista.
