Bien lejos de la foto. Éste parece ser el pedido tácito de Cristina Fernández de Kirchner ante el discurso de apertura de la Asamblea Legislativa de este 1 de marzo. El vicebiprocesado Amado Boudou fue enviado como representante diplomático ante la ceremonia de investidura de Tabaré Vázquez en el Uruguay, la cual coincide en el #1M. Pero esto no parece haber sido tomado de buen ánimo en el país vecino.
La asistencia del canciller Héctor Timerman, quien sería el indicado para asistir, no fue confirmada por la cancillería uruguaya. Fuentes reservadas de Cancillería confirmaron a Perfil.com, que el titular del Ministerio de Relaciones Exteriores no tiene previsto en su agenda cruzar el Río de la Plata este fin de semana aunque, revelaron, “suelen producirse cambios imprevistos de último minuto y todo puede cambiar”.
La mayoría de los presidentes de la región sí asistirán. Quienes ya confirmaron su presencia son: Dilma Rousseff de Brasil, Michelle Bachelet de Chile, Nicolás Maduro de Venezuela, Raúl Castro de Cuba, Horacio Cartes de Paraguay, Ollanta Humala de Perú, Rafael Correa de Ecuador y Daniel Ortega de Nicaragua. Además estará en la ceremonia de asunción el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, consignó El Observador.
La resolución del Gobierno argentino generó malestar en el Gobierno uruguayo, dijeron a El Observador fuentes oficiales de ese país. Es que Boudou concurrirá a la ceremonia de cambio de mando luego de que su procesamiento por un delito de corrupción fuera confirmado por la Cámara Federal porteña y mientras un caso que lo salpica es investigado en Uruguay.
El medio uruguayo consultó al presidente José Mujica sobre la ausencia de su par argentina. “Ella tendrá sus razones”, respondió. Y después agregó: “Creo que debería estar, pero tiene todo su derecho...”.
Los actos de investidura de Vázquez comenzarán el domingo sobre las 10 horas y finalizarán a las 15.
Boudou y su supuesto testaferro, Alejandro Vandenbroele, fueron procesados en Argentina por “cohecho pasivo en concurso ideal con negociaciones incompatibles” por la compra de la empresa emisora de billetes Ciccone Calcográfica. El caso implica a Uruguay porque el supuesto testaferro de Boudou es investigado por la Justicia uruguaya por lavado de dinero.