El séptimo día del conflicto desatado entre el Banco Central y el Gobierno, la presidenta salió con los tapones de punta contra el vicepresidente, Julio Cobos, y contra los denominados "fondos buitres", para defender el uso de las reservas para pagar deuda.
"Los fondos buitres quieren que sigamos tomando deuda", señaló Cristina al hablar durante la firma de un convenio para la construcción de una planta depuradora de líquidos cloacales para la localidad bonaerense de Campana. "Tenemos un vicepresidente que hace cualquier cosa menos ser vicepresidente", sentenció Cristina. Y cerró su duro párrafo contra su ex compañero de fórmula al indicar que "quiere ser presidente antes de 2011".
"Éstos son los que hablan de institucionalidad. Es cierto, las reservas son de los argentinos pero las deudas también son de los argentinos", agregó la mandataria.
Cristina aprovechó el embargo dictado por el juez norteamericano, Thomas Griesa, para apuntar contra dos medios: "Esta debe ser la cuarta o quinta vez vez que se embarga a la Argentina. Ayer el diario Clarín publicaba que un juez de EE.UU. podría embargar las reservas del Central. Adentro estaba la foto del juez Griesa, curioso, ¿no?" y remató Cristina. "Si uno quiere leer qué va a pasar con la Justicia internacional puede recurrir al diario Clarín y si quiere saber qué ocurrirá a nivel nacional, puede leer el diario La Nación", criticó.
En el mismo sentido, respaldó el Fondo del Bicentenario. "Dijimos que lo hacíamos como una forma de ayudar a garantizar a nuestros acreedores externos que la Argentina podía pagar la deuda. Durante 2009 dijeron que no ibamos a poder pagar y que entraríamos en default. Quiero aclararles que al default no lo pagó este Gobierno, se decretó en 2001", sostuvo.
En este marco, trazó un curioso paralelismo para hablar del endeudamiento al señalar que nuestro país se sometió a "una prostitución para poder pagar una deuda". Y agregó: "Vivió endeudada y murió debiendo en 2001".
Otro pasaje de su discurso fue dedicado al conflicto con el titular del Banco Central, Martín Redrado y los fallos a su favor, dictados por la jueza María José Sarmiento. Sobre el primero se preguntó "cómo se explica que un ex presidente del Banco Central se convierta en una suerte de ocupa" al tiempo que señaló a la magistrada como una "una jueza delivery": "Tiene suerte la oposición de encontrar una jueza que hace lugar a todos los pedidos. La oposición va, pide algo y se lo concede", disparó Cristina.
La primera mandataria pidió, además, "saber las cosas que están en juego, las maniobras que están en curso; quiénes las propagandizan. Necesitamos una oposición que si no supo ser Gobierno al menos sepa ser oposición".
